El UNIV acude a su cita con Juan Pablo II
Durante su pontificado, Juan Pablo II tuvo una cita inaplazable: cada Semana Santa recibía a miles de universitarios. El Forum UNIV regresa de nuevo a Roma para agradecer a Benedicto XVI la beatificación del Papa polaco.
55 preguntas y respuestas sobre Jesús de Nazaret
55 preguntas y respuestas sobre Jesús de Nazaret extraídas del libro del Papa, “Jesús de Nazaret. Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección”.
Día 36: Palabras del Papa para cada día de la Cuaresma
Quien no da a Dios, da demasiado poco. (2006).
Día 33: Palabras del Papa para cada día de la Cuaresma
El apóstol Tomás reconoció a Jesús como «Señor y Dios» cuando metió la mano en la herida de su costado. No es de extrañar que, entre los santos, muchos hayan encontrado en el Corazón de Jesús la expresión más conmovedora de este misterio de amor.
Día 29: Palabras del Papa para cada día de la Cuaresma
El Todopoderoso espera el «sí» de sus criaturas como un joven esposo el de su esposa. (2007).
Día 28: Palabras del Papa para cada día de la Cuaresma
Miremos a Cristo traspasado en la cruz. Él es la revelación más impresionante del amor de Dios (...). En la cruz Dios mismo mendiga el amor de su criatura: tiene sed del amor de cada uno de nosotros. (2007)
El Papa pide a los sacerdotes que estén disponibles para confesar, "como hacían los grandes santos"
El Papa pidió a los sacerdotes que sean generosos con su tiempo y que lo dediquen a confesar, que es una manifestación de la misericordia de Dios. Les puso el ejemplo de santos como el Padre Pío, San Juan Bosco o San Josemaría Escrivá. Vídeo de RomeReports
Día 20: Palabras del Papa para cada día de la Cuaresma
Quien sabe que “Dios ve en lo secreto” y en lo secreto recompensará, no busca un reconocimiento humano por las obras de misericordia que realiza. (2008)
Cuaresma y Semana Santa 2011
Vídeos, audios y textos de Benedicto XVI, San Josemaría y el prelado del Opus Dei para preparar la Semana Santa.
Día 10: Palabras del Papa para cada día de la Cuaresma
Privarnos por voluntad propia del placer del alimento y de otros bienes materiales, ayuda al discípulo de Cristo a controlar los apetitos de la naturaleza debilitada por el pecado original, cuyos efectos negativos afectan a toda la personalidad humana. (2009).