Opus Dei

Los cristianos no encuentran en el dolor un placer especial. El masoquismo es contrario a la doctrina de Jesús. Entonces, ¿qué sentido tiene la mortificación cristiana?

Una de las 50 preguntas frecuentes sobre Jesucristo y la Iglesia, respondidas por un equipo de profesores de Historia y Teología de la Universidad de Navarra.

¿Qué significa mortificación? La mortificación es un medio cristiano que nos acerca a Jesucristo que, por amor a los hombres padeció y murió en la Cruz. Consiste en realizar por amor a Dios actos que suponen pequeñas renuncias —interiores o exteriores— para dejar de lado lo que nos aparta de Él, y unirnos a su Pasión. Es, por tanto, una forma de participar en la redención del Señor por la salvación de todos. Recogemos algunos puntos de san Josemaría para hablar con Dios sobre la mortificación.

Don Ernesto García vivió en Roma durante algunos años con el Fundador del Opus Dei. Cuenta cómo San Josemaría se preocupó cuando le vio cansado y no solo le recomendó descansar sino poner buena cara "para que así los demás no se preocupen".

El alma que sabe amar y entregarse así, se colma de alegría y de paz. Entonces, ¿por qué insistir en "sacrificio", como buscando consuelo, si la Cruz de Cristo —que es tu vida— te hace feliz?

Padre, perdónales porque no saben lo que hacen. Es el Amor lo que ha llevado a Jesús al Calvario. Y ya en la Cruz, todos sus gestos y todas sus palabras son de amor, de amor sereno y fuerte.

"Jesús es el camino. Él ha dejado sobre este mundo las huellas limpias de sus pasos, señales indelebles que ni el desgaste de los años ni la perfidia del enemigo han logrado borrar" dice San Josemaría en esta homilía.

Questions and Answers with Father Michael Barrett. Duration of this video: 2:15

Ofrecemos un vídeo en el que John Wauck, sacerdote de la Prelatura del Opus Dei, explica el verdadero significado de la mortificación corporal.

Comentario al Evangelio del lunes de la 2.ª semana del tiempo ordinario. “Ya vendrán días en que les será arrebatado el esposo; entonces, en aquel día, ya ayunarán”. El camino hacia la santidad sabe pasar por abundancia y por estrechez, pero siempre con alegría, porque en todo momento el Señor está cerca de nosotros.