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Obras corporativas

Las obras de apostolado corporativo son aquellas que, promovidas por fieles del Opus Dei junto con otras personas, proporcionan una específica asistencia pastoral; contribuyen a la vivificación cristiana del centro, mediante los oportunos medios de orientación y formación doctrinal y espiritual, así como por la adecuada asistencia pastoral; cuidadosa elección de quienes ocupen los encargos de capellanes y pro de la prelatura. En ellas el Opus Dei se encarga de lo relativo a la orientación cristiana.

Del Opus Dei

Es cuestión de fe

Documental sobre la devoción al beato Josemaría

Del Opus Dei

Las Barbakan de Cracovia

Nueva residencia universitaria en Polonia

Del Opus Dei

Trabajo

Del Opus Dei

Escuela técnica Nocedal

En una de las comunas más pobres de Santiago de Chile, 500 niños reciben educación escolar de primer nivel. Con entusiasmo y profesionalismo, los profesores, padres y alumnos buscan derrotar el círculo vicioso de la pobreza. Desde la puesta en marcha del centro, han pasado cuatro años. Los primeros resultados ya se advierten, pero todavía queda mucho por hacer y soñar.

Iniciativas

Aspectos económicos

Todos los fieles atienden sus propias necesidades personales y familiares por medio de su trabajo profesional ordinario.

Del Opus Dei

El párroco del pueblo más joven de España

D. José Ignacio de Andrés pertenece a la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara y es socio de la Sociedad sacerdotal de la Santa Cruz

"No queramos esquivar su Voluntad"

Esta es la llave para abrir la puerta y entrar en el Reino de los Cielos: "qui facit voluntatem Patris mei qui in coelis est, ipse intrabit in regnum coelorum" -el que hace la voluntad de mi Padre..., ¡ése entrará! (Camino, 754)

Textos diarios

“La escondida maravilla de la vida interior”

Hasta ahora no habías comprendido el mensaje que los cristianos traemos a los demás hombres: la escondida maravilla de la vida interior. ¡Qué mundo nuevo les estás poniendo delante! (Surco, 654)

Textos diarios

“Estando Él con nosotros nada hay que temer”

La llamada del Señor –la vocación– se presenta siempre así: “si alguno quiere venir detrás de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”. Sí: la vocación exige renuncia, sacrificio. Pero ¡qué gustoso resulta el sacrificio –“gaudium cum pace”, alegría y paz–, si la renuncia es completa! (Surco, 8)

Textos diarios