Una joven decidida a abrirse camino
Al acabar la guerra civil española, en 1939, Dora tenía 25 años, se dirigió a Madrid y allí comenzó a trabajar en casas de familia.
Cuando uno reza a Dora, pasan cosas buenas...
Julia, de Nueva Jersey, Estados Unidos, cuenta como conoció a Dora del Hoyo y descubrió en ella ejemplo a imitar.
Infancia de Dora del Hoyo
Dora nació el 11 de enero de 1914 y a los cinco días la bautizaron. Era la más pequeña de los seis hijos del matrimonio formado por Demetrio del Hoyo y Carmen Alonso.
Libro para colorear sobre Dora
Ofrecemos "Vamos a conocer a Dora", un libro descargable para imprimir y colorear con el que los niños podrán conocer a Dora del Hoyo desde una perspectiva más cercana.
Una amistad a primera vista
Hace cinco años Marie Hélène tuvo “la suerte” de conocer a “una gran aliada”: Dora del Hoyo. Se la presentó una amiga: “Me contó su historia y enganché de inmediato”, cuenta.
Dora en Santa María de la Paz
Los restos mortales de Dora del Hoyo reposan en la Cripta de Santa María de la Paz, la Iglesia Prelaticia del Opus Dei en Roma, muy cerca de san Josemaría y de sus dos primeros sucesores, el beato Álvaro del Portillo y mons. Javier Echevarría.
Dora me abrió los ojos
"La vida de Dora me hizo recapacitar en que todos necesitan ser atendidos, acogidos, alimentados, cuidados", cuenta M. Fernández.
Dora del Hoyo: una vida sencilla, una vida fecunda
Un recorrido visual de la biografía de Dora del Hoyo, una profesional del hogar que está en proceso de canonización. Para ver el contenido multimedia, deslizar el mouse sobre la imagen.
Dora del Hoyo, un ejemplo para mí
Tabea, de Alemania cuenta que lo que descubrió en Dora del Hoyo es que es posible vivir enteramente para Dios y para los demás. "En Dora se puede ver que era como cualquier persona, que creció en su amor a Dios. Esto es lo que me entusiasma de Dora".
Dora del Hoyo, una persona cercana
Algunas personas conocieron a Dora personalmente, otras a través de un libro, de un vídeo… todas coinciden en una cosa: es una persona cercana, un modelo para encontrar a Dios a través de la vida cotidiana.