Vida de María (XIX): Dormición y Asunción de la Virgen
Como recordaba el Papa, el cielo tiene un corazón: el de la Virgen María, que fue llevada en cuerpo y alma junto a su Hijo para siempre.
La Asunción de la Virgen María
El 15 de agosto la Iglesia celebra que Cristo se llevó al Cielo a su Madre, dogma definido por Pío XII en 1950.
El Papa: Como María, cuando nos inclinamos, es cuando subimos
Alabanza y servicio en el centro de las palabras del Papa Francisco durante el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro en la solemnidad de la Asunción. El Pontífice elogió el voluntariado y señaló a Jesús y María como modelos: ambos "suben a lo alto glorificando a Dios y sirviendo a los hermanos", dijo.
Mensaje del Prelado (15 agosto 2017)
Mensaje de Mons. Fernando Ocáriz con ocasión de la festividad de la Asunción de la Virgen María.
En la fiesta de la Asunción de la Virgen, con el Prelado en Colombia
Al celebrar la fiesta de la Asunción de Nuestra Señora, Monseñor Javier Echevarría recordó las enseñanzas del fundador del Opus Dei sobre su amor a la Virgen.
"Volvamos ininterrumpidamente los ojos a nuestra Madre"
Mons. Álvaro del Portillo escribe con motivo de la fiesta de la Asunción de la Virgen María: "pidamos que, como Ella, aspiremos sólo al premio eterno: el que Dios nos otorgará si nos mantenemos fieles en su servicio".
4º misterio glorioso: La Asunción de la Virgen María
Comentarios del fundador del Opus Dei sobre esta escena de la vida de la Virgen María.
La Asunción de la Virgen
Todos somos sus hijos; ella es Madre de la humanidad entera. Y ahora, la humanidad conmemora su inefable Asunción: María sube a los cielos, hija de Dios Padre, madre de Dios Hijo, esposa de Dios Espíritu Santo. Más que Ella, sólo Dios.
15 de agosto: Asunción de la Virgen María
Comentario de la solemnidad de la Asunción de la Virgen María. “Por aquellos días, María se levantó y marchó deprisa a la montaña”. Todo en María refleja la alegría de un amor diligente, humilde y desprendido de sí. San Josemaría gustaba al meditar esta escena y aprender la naturalidad de María para vivir las virtudes cristianas.