Federico, músico: “Dios está entre las notas”
Federico compone y enseña música. Ha aprendido de san Josemaría a buscar y amar a Dios en su trabajo, en la belleza de la música, y así lo intenta transmitir a los demás.
Unidad de vida en la profesión
Para poder ofrecer el propio trabajo a Dios, hay que realizarlo bien: con buena intención, con criterio recto y una conducta exterior que manifieste esos deseos interiores. Nuevo editorial sobre el trabajo.
El eje de nuestra santificación
El trabajo es, para muchos cristianos, una de las actividades principales donde buscar la santidad. San Josemaría se refería a la actividad laboral como al "quicio de nuestra santificación". Este editorial expone ese mensaje.
¿Su virtud preferida? La sinceridad
Pippo Corigliano ha dirigido por muchos años la oficina de prensa del Opus Dei en Italia. En estas líneas, cuenta algunos recuerdos de san Josemaría, al que tuvo oportunidad de conocer.
Saber callar, saber hablar
De callar no te arrepentirás nunca: de hablar, muchas veces, sugería san Josemaría. Y en otras ocasiones afirmaba: “el infierno está lleno de bocas calladas”. Textos para reflexionar sobre la sabiduría del silencio y de la palabra bien dicha.
Hacer felices a los demás
Me preguntas qué podrías hacer por ese amigo tuyo, para que no se encuentre solo. —Te diré lo de siempre, porque tenemos a nuestra disposición un arma maravillosa, que lo resuelve todo: rezar. Primero, rezar. Y, luego, hacer por él lo que querrías que hicieran por ti, en circunstancias semejantes...
Cómo aprovechar las vacaciones
Álvaro del Portillo aconseja aprovechar el verano para intensificar los lazos de amistad y para recristianizar la diversión.
Apostolado de la confesión
En este vídeo, Mons. Álvaro del Portillo asegura que la confesión es el mayor bien, el mayor regalo, que uno puede hacer a sus amigos.
Apostolado es amar a los demás
"Hacer apostolado es una cuestión de amor", asegura Mons. del Portillo a familias de Kenia.
Un apostolado optimista
Don Álvaro escribe que, en la labor de apostolado, hemos de confiar en la fuerza transformadora de la gracia de Dios, con optimismo: "La oración es la palanca que mueve el Corazón Misericordioso del Salvador".