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Trabajo de Dios (2)

Comenzar es de muchos; acabar, de pocos, y entre estos pocos hemos de estar los que procuramos comportarnos como hijos de Dios. No lo olvidéis: sólo las tareas terminadas con amor, bien acabadas, merecen aquel aplauso del Señor, que se lee en la Sagrada Escritura: mejor es el fin de la obra que su principio.

San José, padre del Señor

El Fundador del Opus Dei veía en san José al padre fuerte y cariñoso que Cristo quiso tener en la tierra. A él le pedía que le enseñase a tratar a María y a Jesús: “¡Cómo lo abrazaría, cómo lo besaría!...” (2’15’’).

La Virgen Santa, causa de nuestra alegría

Corazón Dulcísimo de María, da fuerza y seguridad a nuestro camino en la tierra: sé tú misma nuestro camino, porque tú conoces la senda y el atajo cierto que llevan, por tu amor, al amor de Jesucristo.

La misericordia de Dios

¡Nos hace tanto bien volver a Él cuando nos hemos perdido! Insisto una vez más: Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia. Aquel que nos invitó a perdonar «setenta veces siete» (Mt 18,22) nos da ejemplo: Él perdona setenta veces siete. Nos vuelve a cargar sobre sus hombros una y otra vez. Nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga este amor infinito e inquebrantable. Papa Francisco, Evangelii Gaudium, n.3

El objetivo del Opus Dei

El objetivo único del Opus Dei ha sido contribuir a que haya en medio del mundo hombres y mujeres de todas las razas y condiciones sociales que procuren amar y servir a Dios y a los demás hombres en y a través de su trabajo ordinario.

Adelante, con más amor

Ese desaliento, ¿por qué? ¿Por tus miserias? ¿Por tus derrotas, a veces continuas? ¿Por un bache grande, grande, que no esperabas? Sé sencillo. Abre el corazón. Mira que todavía nada se ha perdido. Aún puedes seguir adelante, y con más amor, con más cariño, con más fortaleza.

Los hijos y la libertad

Los padres son los principales educadores de sus hijos, tanto en lo humano como en lo sobrenatural, y han de sentir la responsabilidad de esa misión, que exige de ellos comprensión, prudencia, saber enseñar y, sobre todo, saber querer; y poner empeño en dar buen ejemplo.

Amor con obras

El Papa Francisco en su reciente viaje a Cuba recordó que la ternura y el cariño son revolucionarios y que la fe es un estímulo que ayuda a salir de sí mismos y a tender puentes con el prójimo. Ofrecemos algunas consideraciones de san Josemaría para meditar sobre la caridad.

El matrimonio

Con frecuencia san Josemaría afirmaba: "Al pensar en los hogares cristianos, me gusta imaginarlos luminosos y alegres, como fue el de la Sagrada Familia". Recogemos algunos textos de su predicación para meditar sobre el matrimonio y su riqueza.

Mujeres valientes

San Josemaría habla sobre las santas mujeres que aparecen en el Evangelio, entre ellas de Marta y María.