La fe lo cambió todo sin cambiar nada
Jordi tiene 24 años, nació en Sollana (Valencia) y estudia Ingeniería de Caminos en la Universidad Politécnica de Valencia. Sus padres, no creyentes, no le dieron formación religiosa alguna.
La fe lo cambió todo sin cambiar nada
Jordi tiene 24 años, nació en Sollana (Valencia) y estudia Ingeniería de Caminos en la Universidad Politécnica de Valencia. Sus padres, no creyentes, no le dieron formación religiosa alguna. Se bautizó en noviembre de 2012, después de acercarse a la fe gracias a la que hoy es su novia, al ejemplo de otros estudiantes a los que conoció en el Colegio Mayor Universitario Albalat y a que, rezando, se encontró con Dios.
“Tenía algo especial"
Cuatro personas que conocieron al siervo de Dios José María Hernández Garnica (1913-1972), a quien llaman Don Chiqui, hacen memoria para recodar anécdotas entrañables. El lunes, 18 de noviembre, comienza la celebración del centenario de su nacimiento.
Juntos podemos lograr el Cielo
Para Blanca y Rogelio, la sonrisa de sus hijos refleja la presencia de Dios en las circunstancias cotidianas de este hogar de Zapopan, Jalisco. Siguiendo la sugerencia de San Josemaría, se esfuerzan por formar un hogar luminoso y alegre.
Una conversión "a ciegas"
Ricardo tiene 46 años y es invidente a causa de una enfermedad en la retina. Durante varios años estuvo alejado de la Iglesia: "Me dedicaba a trabajar, divertirme y escuchar música". Hasta que conoció a la que hoy es su mujer...
Algo está naciendo en Ucrania
Aliona es pedagoga, está casada con Vadim y tiene dos hijos. Viven en Kiev (Ucrania). Describen con entusiasmo cómo han conocido el Opus Dei y la responsabilidad que sienten para darlo a conocer en su país.
Mi hijo es discapacitado
Stefania vive en Florencia (Italia). El nacimiento de un hijo con retraso mental supuso un reto que afronta día a día con la fe y con mucha iniciativa. Ahora, con otros chicos en situación similar, gestiona un restarurante y una web TV.
Dos historias con más de un punto en común
María es supernumeraria, está casada y tiene cinco hijos. Ana es numeraria auxiliar. Las dos están convencidas de que el trabajo en la casa es fundamental para la buena marcha de la sociedad y por eso defienden que tenga un reconocimiento social y económico: "el mundo seguiría adelante sin banqueros o futbolistas, pero no sin personas que cuiden a los demás".
Mientras pueda seguir trabajando, lo haré
"Me llamo Obdulia Rodríguez Rodríguez. El 16 de abril cumplí 59 años en la Obra”. Así, con decisiva parquedad, la Doctora Obdulia resume toda una vida de fidelidad en la que ha convivido muy de cerca con el dolor y la caridad gracias a su trabajo como dermatóloga especializada en lepra, profesión que la llevo a conocer el Opus Dei.
Cuatro generaciones en una casa
"Pronto encontramos esta casa que todavía estamos pagando, pero donde hemos sido muy felices. Con literas y compartiendo espacios, lo cual tiene muchas ventajas". Un matrimonio madrileño cuenta la alegría con la que han vivido las estrecheces económicas propias de una familia numerosa.