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"El corazón me lo pide"

Me llamo Angélique Ferrali, soy suiza, tengo 46 años, estoy felizmente casada y soy madre de tres niños. Actualmente trabajo como profesora de tenis. Soy católica y cooperadora del Opus Dei.

"Reflejaba una bondad que te hacía sentir hijo de inmediato"

​Cecilia Arrasate y Juan Enrique Zeger, Chile, orientador familiar y ama de casa, viven en Chile.

"Espero recibir muchas gracias para mi familia por intercesión de don Álvaro"

Me llamo Momo Azemagho Dorothee, tengo 36 años y vivo en Yaoundé, Camerún, donde coordino los proyectos de una asociación.

"Voy a la Beatificación para pedirle muchas cosas"

Me llamo Bregje Huisman, soy holandesa, tengo 32 años, trabajo como anestesióloga y vivo en Ámsterdam, Holanda.

"Es como un padre para mí"

Me llamo Gabriel Ruiz Benito, soy español, tengo 20 años y estudio ingeniería industrial en la Universidad Nacional de Seúl, en Corea del Sur.

Una chilena tras la huella de Álvaro del Portillo en África

Isabel Covarrubias, profesora en un colegio chileno, pidió permiso para hacer una pasantía en Kenia. Así aterrizó en Kimlea, obra corporativa del Opus Dei y una de las iniciativas sociales que alentó Mons. Álvaro del Portillo en el África Subsahariana con el objetivo de servir a las personas más vulnerables.

Una historia de remo, maratones y familia

Mi nombre es Juan Manuel Florido, tengo 39 años, soy profesor de educación física en un Colegio de Sevilla y mi afición es correr maratones. Hasta aquí no hay nada especial, pero si le añadimos que estoy casado y tengo 5 hijos, esperando el sexto, seguramente cambia un poco la cosa. Y si encima considero esta afición como un medio que me puede ayudar a acercarme a Dios, todavía cambia más.

Bomberos: atender todo servicio

El trabajo de Rogelio Orozco, de Zapopan, lo lleva a convivir con el dolor de manera cercana, sin embargo, él explica que los bomberos trabajan para la vida. Además, en el centro de su profesión está servir a los demás, aunque eso implique atrapar ratas o bajar gatos de los árboles.

“Santo Padre, ¿le puedo dar un abrazo?”

Santiago Quemada, sacerdote del Opus Dei, pensaba que sería imposible acercarse al Papa durante el viaje a Israel. Del pesimismo pasó al gozo cuando no solo se encontró con Francisco sino que se fue a casa con un abrazo y un paternal consejo.

“Sé fiel, sé apóstol”, me dijo Juan Pablo II

Alejandra Vanney es abogada y en los años noventa se trasladó a Polonia para apoyar los comienzos de la labor apostólica del Opus Dei en ese país. Por su trabajo en la Universidad de Varsovia viajó a Roma y participó en encuentros que tuvo el Papa Juan Pablo II con grupos reducidos de polacos, en esas ocasiones pudo comprobar personalmente el cariño humano y sobrenatural del nuevo santo.