Hoy ha fallecido un amigo y compañero de trabajo que desde el comienzo de su enfermedad había encomendado a D. José María. Ha dejado todos los temas “terrenales” arreglados y los asuntos espirituales también. Con la paz que da tener una conciencia tranquila sus últimos días decía: soy feliz. Estoy convencido de la intercesión de D. José María para llevar su enfermedad con dignidad y morir en gracia de Dios. Este es uno de los 15 favores que tenía encomendados al que fue como yo ingeniero de minas.
J.G.T. (Huelva)