Soy feliz porque en el Opus Dei encontré la verdadera misión de mi vida

Entrevista a Alba Cecilia Gallego, economista y candidata a Magister en Economía por la Universidad de Manizales. Trabaja con una ONG internacional.

¿Cómo es tu vida en el Opus Dei?

Mi vida en el Opus Dei es maravillosa. La Obra me ha ayudado a encontrar significado a mi vida, a mi trabajo profesional y a mi entrega total a Dios por medio del celibato apostólico.

Mi entrega a Dios en el Opus  Dei no es una actividad más, un horario más o un “cumplimiento más”; por el contrario, se convierte en ese oasis, en esa hoguera que nos llena de esperanza y nos lleva a querer comenzar y recomenzar, en las cosas más ordinarias, cada vez tratando de poner mas amor, como decía San Josemaría.

Hace ya diez años que pertenezco al Opus Dei y desde el principio aprendí que, aún siendo joven, es posible entregar a Dios todo el corazón, que Él llena mucho más que un amor humano, y en una forma tan profunda, que nos acerca a su capacidad de amor universal, al amor con el que Él nos ama. No cabe la soledad pues el deseo de servir y agradar al Señor diariamente lleva a estar siempre pendiente de cultivar la amistad, el trato con los demás, el estudio, el trabajo profesional, las  labores apostólicas.

Además en el Opus Dei nos sentimos acompañadas realmente por todas las demás personas que, de una u otra manera, pertenecen a la Obra en todo el mundo.

¿Cómo cambió tu vida desde que perteneces a la Prelatura?

Mi vida siguió siendo la misma pero con ambiciones y perspectivas diversas, la misma en cuanto a que en el Opus Dei nadie es sacado de su sitio, por el contrario cada cual sigue ocupando el lugar en el cual se encuentra cuando descubre su vocación, pero la gracia de la vocación y ese anhelo de “santificarte en el trabajo, santificar el trabajo y santificar a los demás con el trabajo” proveen, obviamente, un matiz muy distinto que con gran delicadeza se va metiendo en nuestras vidas y nos va ayudando a ser cada vez mejores cristianos; sin duda nuestra inteligencia y voluntad se van educando de tal manera que motivan, espontánea y naturalmente, pequeños o grandes cambios dependiendo de las circunstancias personales, en muchas actitudes externas e internas correspondiendo así a la lucha personal por agradar cada vez más a Dios y ser mejores en todas las dimensiones de nuestra vida.

¿Cómo combinas tu trabajo y tus demás ocupaciones con tu entrega en el Opus Dei?

Como lo haría cualquier otra mujer cristiana que procura estar llena de amor por Dios. Además, con la gran dimensión de unidad de vida descubierta en el Opus Dei, donde aprendí que el trabajo profesional, la vida en familia, el descanso, el estudio, la vida social y mi relación con Dios son una sola cosa, no se puede estar a ratos con Dios y luego a ratos conmigo o con las demás personas. Si Dios permanece en ti, entonces te acompaña a todas partes y el sentirme llena de su presencia, de su mirada amorosa, de su compañía, me motiva a  realizar todas mis actividades como ofrenda, como respuesta generosa al gran amor que le llevó a entregar su vida por mí.

Como consecuencia  trato de llevar a cabo muy bien mi trabajo profesional, el cual me exige humanamente estar muy bien formada, pues varias personas dependen de las decisiones que a diario debo tomar, y profesionalmente la exigencia es igual, pues las decisiones siempre deben estar bien ponderadas entre la cabeza y el corazón, con dedicación de tiempo al estudio, pero este esfuerzo sería inútil si no tuviera el sentido santificador que en el Opus Dei comprendí. Sin él, la meta solo hubiera quedado en lo humano, ahora la meta es el cielo, el triunfo eterno.

¿Eres feliz?,  ¿Por qué?

En este momento si han seguido desde el inicio esta entrevista,  creo que antes que yo lo conteste, ustedes lo podrían hacer por mí.  Soy feliz porque en el Opus Dei encontré la verdadera misión de mi vida, los planes que Dios tenía conmigo y que finalmente comprendo que son los que más me convienen. He ganado amor, libertad y una familia espiritual.

Soy feliz también porque soy una persona normal y corriente., con dificultades, con debilidades, con defectos, pero mi vocación cristiana y mi vocación al Opus Dei suman la diferencia.

¿Qué relación tiene tu familia con el Opus Dei?

Al principio les costó entender que en mi juventud optara por el celibato y además, como es normal, la mayoría de los padres esperan llevar sus hijas al altar y tener nietos; mi decisión cambió sus planes y  esto conllevó a una relación difícil entre mi familia y el Opus Dei. Pero el paso del tiempo y el verme feliz se encargaron de sanar en ellos cualquier tipo de frustración que mi vocación les hubiera podido y generar.

Hoy en día la relación entre mi familia y el Opus Dei es una relación llena de cariño y respeto, el Opus Dei es concebido como la familia de la que ellos también forman parte, a la que le agradecen el amor, los cuidados y la atención que me han concedido.  Le tienen también especial cariño a su Fundador, San Josemaría Escrivá de Balaguer, de quien conservan su estampa, a la que recurren con mucha frecuencia por devoción o solicitando su intercesión ante circunstancias especiales.

Agradecen bastante el apoyo que como familia hemos recibido por medio de la oración, lo cual nos ha permitido superar con fe, fortaleza y esperanza circunstancias difíciles.