“Si caemos, podemos empezar otra vez”

Juliana Sánchez, profesional caleña que acude a las actividades de Catalpa, Centro para mujeres en Cali

Nunca pensé que me hubiera tocado ir tan lejos para encontrar, en el lugar menos esperado, la respuesta a todas mis preguntas: Australia. El encuentro con el Opus Dei en noviembre de 2007 transformó mi vida.

Antes de ese momento, era una creyente bastante tibia, me confundía con facilidad y aceptaba muchas cosas que me hacían daño. Rápidamente me puse en sintonía con las palabras de San Josemaría, pues eran las que mi alma había estado esperando desde  siempre, y esos textos empezaron a arrancar de mi corazón tanta mala hierba que cómodamente se había instalado. De este modo emprendí mi encuentro con Dios.

La santificación de la vida ordinaria fue un mensaje que me llegó muy profundo: ¡me pareció tan lógico! Ser santo no es algo fácil, pero he aprendido que lo que vale ante los ojos de Dios es que luchemos. Esto es lo que me da la fuerza para seguir por este camino de salvación que propone el Opus Dei. Si caemos, podemos empezar otra vez y seguir en la lucha, empezar de nuevo siempre. Así, a mis veinticuatro años, volví a nacer.