“¿Cómo hacemos para obtener unas estampas para pedir la intercesión de San Josemaría?”, preguntó un cooperador vía telefónica a la Oficina de información. “Acá en Pivijay, en Magdalena, somos muy devotos del santo fundador del Opus Dei”, agregó.

“¿Sería posible tener más información sobre San Josemaría, el Opus Dei y sus iniciativas en Colombia?”, preguntó una señora desde Calí.

“Es para avisarles que en mi parroquia tendremos misa de San Josemaría y asistiremos vecinos, amigos y familias para escucharla”, manifestó un señor desde Medellín.

Cada año, en junio, aumenta el número de parroquias de diversos municipios y ciudades, en donde se celebra la Santa Misa, con motivo de la Festividad de San Josemaría.

Fueron más de un centenar las que se celebraron como iniciativas de personas como agradecimiento por alguno de los favores recibidos por San Josemaría, Fundador del Opus Dei, quien falleció hace 49 años, el 26 de junio de 1975 en Roma.

Desde ese día, decenas de fieles comenzaron a pedir favores por su beatificación y posteriormente por su canonización que se llevó a cabo en Roma el 6 de octubre de 2002.

La Iglesia, meses después, instituyó el 26 de junio como Festividad de San Josemaría.

Este año, además de las Misas, se realizaron varias reuniones para conocer un poco más de su vida, sus enseñanzas y de su amor por Dios, la Virgen y el Papa. Se repartieron unas 11 mil estampas y unas 8 mil hojas informativas en diversos lugares del país.

Alumnas del Colegio Integral Femenino de Soacha tuvieron la idea de adelantar la celebración antes de salir de vacaciones.

En Medellín, tanto en la parroquia de San Josemaría como en otras, se oficiaron Misas en las cuales se dieron a conocer algunos aspectos sobre la vida de San Josemaría.

En Manizales, el señor Arzobispo, Monseñor José Miguel Gómez Rodríguez, en la parroquia Nuestra Señora de los Dolores se refirió con mucho cariño al espíritu de santificación y de amistad que transmitió San Josemaría.

Monseñor Miguel Fernando González Mariño, obispo de Espinal, en Tolima, habló del amor creativo de Dios para cada uno de sus hijos, del llamado universidad a la santidad y de la perfección a través de los oficios profesionales más variados, como amas de casa, empleados o funcionarios.

Los obispos de Pereira, Ibagué, Cartagena, Valledupar también se unieron a la festividad con celebraciones eucarísticas muy nutridas.

Familias enteras acudieron a diversas parroquias en este mes de San Josemaría a expresar su agradecimiento por los favores recibidos. Al final de las celebraciones, muchos de los asistentes leyeron la estampa de la oración para la devoción privada de San Josemaría.

El Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, presidió la Santa Misa en la parroquia Cristo Rey en Bogotá y habló sobre la misión de los cristianos en medio del mundo.

Hizo alusión a una de las enseñanzas del fundador del Opus Dei.

«La misión sobrenatural que hemos recibido –escribió en una carta del 24 de marzo de 1930- no nos lleva a distinguirnos y a separarnos de los demás; nos lleva a unirnos a todos, porque somos iguales que los otros ciudadanos de nuestra patria. Somos, repito, iguales a los demás -no como los demás- y tenemos en común con ellos las preocupaciones del ciudadano, de la profesión o del oficio que nos es propio, las otras ocupaciones, el ambiente, el modo externo de vestir y de obrar. Somos hombres o mujeres corrientes, que en nada nos diferenciamos de nuestros compañeros y colegas, de los que conviven con nosotros en nuestro ambiente y en nuestra condición».

El representante del papa Francisco, subrayó otro de esos mensajes de esa carta de San Josemaría:
«Hijos míos, tenemos mucho que hacer en el mundo: el Señor nos ha dado una misión divina. Desde el primer día os he invitado a agradecer esta muestra de predilección soberana, esta llamada divina en servicio de todos los hombres: Dios nos pide que el afán apostólico llene nuestros corazones, que nos olvidemos de nosotros mismos, para ocuparnos -con gustoso sacrificio- de la humanidad entera. La mayor parte de los que tienen problemas personales, los tienen por el egoísmo de pensar en sí mismos. ¡Darse, darse, darse! Darse a los demás, servir a los demás por amor de Dios: ése es el camino».

La devoción de San Josemaría crece a diario en Colombia, al mismo tiempo que las diversas tareas apostólicas, actividades sociales, el amor por Dios, la Iglesia y el Papa Francisco.