En coordinación con el grupo de apoyo del ancianato, las alumnas definieron un plan de repartición de desayunos, recreación y socialización con los 27 abuelos.
Las asistentes se prepararon para dicha tarea con la orientación de una gerontóloga que les enseñó las condiciones de los adultos mayores y las animó a entregarles cariño, ternura y reconocimiento por todo lo que hemos recibido de ellos. Cada día se tuvo una actividad diferente: juegos, caminatas por el parque, presentación sobre varios países del mundo, música y baile, peluquería, etc... Además el capellán del colegio celebró la Santa Misa en la sede del ancianato, lo que alegró sobremanera a los abuelitos. Todas estas actividades fueron ocasión de conversar mucho con ellos. Cada uno contó a las niñas su vida, sus esfuerzos, sus recuerdos.
Al finalizar las directivas del ancianato dieron a las organizadoras un recordatorio con una dedicatoria muy expresiva: “nosotros, los abuelos de este centro queremos de todo corazón expresarles por medio de este humilde recordatorio, lo agradecidos y complacidos que estamos por su apoyo y acompañamiento en esta semana en la cual nos sentimos sumamente queridos, apreciados y acogidos por ustedes”.Al despedirse se concretó el compromiso de organizar en las próximas vacaciones otra actividad similar que enriquezca y abra horizontes de servicio y solidaridad.