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En el marco conmemorativo de la Fiesta Litúrgica de San Josemaría Escrivá, se celebró una Eucaristía en acción de gracias al Señor por la vida, obra y mensaje del Fundador del Opus Dei, en la parroquia “Espíritu Santo” del municipio de Garzón, centro del Huila, a dos horas de su capital, Neiva. Dentro de la procesión de las ofrendas, se donó a la parroquia un cuadro con la imagen del Santo, que fue entronizado solemnemente al final de la celebración.
La Eucaristía fue presidida por el padre Carlos Arturo Rojas Castillo, párroco de esta comunidad, y a la Misa asistieron aproximadamente 200 personas tanto del sector urbano, como del rural. Dentro de la Celebración Litúrgica se administró el sacramento del matrimonio a unos novios procedentes de una vereda de la parroquia.
Durante la homilía, el padre Carlos resaltó el inmenso amor por la Eucaristía y por la Virgen, que motivaba a San Josemaría a seguir extendiendo el mensaje que Dios le había confiado; a tener una profunda admiración por este misterio de vida y a poner toda nuestra confianza en Dios al llevar a cabo las nobles tareas de cada día. Hizo un acto de admiración y apreció a San Josemaría, por coincidir su Fiesta Litúrgica con el aniversario décimo noveno de su ordenación sacerdotal, y encomendaba su ministerio en sus manos bondadosas.
Recalcó el amor de San Josemaría a la Iglesia, al Papa y la importancia que tiene la familia en la evangelización de los pueblos. Invitó a los presentes a que se sintieran orgullosos, primero, de pertenecer a la gran familia de Dios que es la Iglesia, y luego, a sentirnos privilegiados de tener un núcleo social como lo es la familia de sangre, llamada a servir a Dios y a amarse mutuamente, luchando por ser santos desde su lugar en el mundo: siendo buenos esposos, amas de casa, empleados, estudiantes, etc. Al final, exhortó a los fieles a acudir a su memoria, diciendo que tenían un nuevo intercesor ante Dios en la parroquia
Durante la presentación del cuadro, se hizo una breve reseña de la vida de San Josemaría, de su mensaje a la llamada universal a la santidad y de su gran carisma y preocupación por el cuidado de las almas, que reciben el mismo interés por parte de Dios.
Al final de la Ceremonia Eucarística, se repartieron estampas con la oración de San Josemaría a todos los presentes, y se invitó a acrecentar su devoción en los fieles y de manera especial en los jóvenes.