Por Mauricio Ortiz
Ring, ring…Hola Nico voy en camino, llego a las 9:30 a.m. me esperan, ¡por favor! No te preocupes Juan, la salida es a las 10:00 a.m. Le responde Nico. Así empezaba el primer día de convivencia para jóvenes de San Rafael del Centro Cultural Monte Verde. La primera parada sería en el parque del Pueblo de Silvania, municipio que queda a dos horas de Bogotá. Allí en , el coliseo del Pueblo, todos sacamos el compartir que llevábamos para almorzar, Pipe sacó unas papas rellenas que le hizo su mamá, Carlos trajo dos hamburguesas que puso a disposición, y así sucesivamente se fue completando el almuerzo de todos, mientras Leo compraba las bebidas.

Terminado el almuerzo nos dirigimos a nuestra siguiente parada, el ancianato de la Fundación Levi, allí nos esperaba Consuelo, vecina del pueblo que gracias a la ayuda de la comunidad ha logrado sostener el ancianato con más de treinta abuelitos, empezamos a bajar de la camioneta lo que habíamos traído para la visita: Panes de navidad, galletas de sal y de dulce, frutas, dulces y algunas cosas de aseo.

Llegamos cuando terminaban de almorzar, ayudamos a recoger los platos y enseguida les ofrecimos el postre mientras les hacíamos la “conversa”; Nico como buen tertuliante habló con varios abuelitos, Doña Carmenza, Doña Tulia y don José, que poco oye pero que tiene mil historias para contar; muchos de estos abuelitos no tienen familia, o fueron dejados en este ancianato hace mucho tiempo.

Pasamos un tiempo extraordinario hablando y escuchando a cada uno de los abuelitos. De ahí salimos para la casa de convivencias de Atarraya que queda a 20 minutos del Pueblo, en la entrada nos esperaba el Padre Alberto, capellán del centro, para todos los chicos fue muy grato ese detalle del Padre.

Nos acomodamos en los cuartos y enseguida salimos a hacer deporte, algunos jugaron fútbol y otros tenis, teníamos solamente una hora, antes de que tuviéramos la Santa Misa, algunos aprovecharon para confesarse. En la Santa Misa, se vio muy recogido a Jean Paul y muy emocionado de recibir por segunda vez la comunión, a sus 14 años el domingo pasado había hecho su bautizo y su primera comunión, que mejor manera de empezar esta convivencia para él.

Después de la cena, fuimos a la ermita y rezamos el Santo Rosario, al entrar a la ermita, Nelson con nostalgia nos comentaba que hace muchos años en esa ermita, le habían impuesto el escapulario del Carmen que todavía guarda con bastante cariño.

La cena exquisita y abundante, una lasaña que todos los que quisimos repetimos. Ya en la tertulia nos comentaron sobre el itinerario de los siguientes días; normas de piedad, sesiones de formación, mucho deporte, cine y excursiones, una excelente agenda para disfrutar las vacaciones, enseguida rezamos el segundo día de la novena navideña.