En Colombia la Navidad se vive cerca de un Pesebre

A finales de noviembre aparece en los oratorios de los Centros del Opus Dei y en multitud de familias, la corona de Adviento, que anuncia la llegada de un mes repleto de manifestaciones de amor, la Navidad.

Motivados por las enseñanzas de la Iglesia, de San Josemaría y por una tradición católica muy arraigada en Colombia, amigos, cooperadores y fieles del Opus Dei en diferentes partes del país siguen con especial cariño y fervor diferentes actividades al lado de la familia de Nazaret.

Cerronaya, Cali

A finales de noviembre aparece en los oratorios de los Centros del Opus Dei y en multitud de familias, la corona de Adviento que anuncia la llegada de un mes repleto de manifestaciones de amor.

Narval, Bucaramanga

Como preámbulo a la Fiesta de la Inmaculada Concepción, se prende la Noche de las Velitas y surgen las alboradas, que son ocasiones para compartir entre familiares y conocidos, y motivos para pedirle a Dios y a la Virgen su protección.

Cada región tiene su forma de organizar sus faroles y sus candelabros para pasar un rato, mientras se escuchan canciones y se degusta más de un buñuelo con natilla y diversos manjares.

Centro Sabana, Chía

De inmediato, en todas las casas se levanta un pesebre. No hay un modelo en especial y allí surge la imaginación para ubicar la casa donde nacerá el Niño Dios, los pastores, las ovejas, el buey, los tres Reyes Magos y, desde luego, la Virgen y San José.

El Nogal, Bogotá

Es común encontrar en muchos pesebres al Niño Dios y a los Reyes Magos desde el primer día. Muchas personas no conciben el pesebre sin su protagonista principal; por eso no logran esperar hasta el 24 de diciembre ni hasta el 6 de enero para la llegada de los Reyes.

La Casona, Silvania

“Cuando llegan las Navidades, me gusta contemplar las imágenes del Niño Jesús. Esas figuras que nos muestran al Señor que se anonada, me recuerdan que Dios nos llama, que el Omnipotente ha querido presentarse desvalido, que ha querido necesitar de los hombres. Desde la cuna de Belén, Cristo me dice y te dice que nos necesita, nos urge a una vida cristiana sin componendas, a una vida de entrega, de trabajo, de alegría”, escribió San Josemaría en la homilía “El triunfo de Cristo en la humildad” el 24 de diciembre de 1963.

No faltan las múltiples anécdotas y momentos de humor por el comentario de alguien o por el suceso de un pequeño accidente con una vela o una caída por estar jugando.

Se trabaja, se reza y sobresale el buen humor en todo momento.

Arboleda, Chía

El 16 de diciembre aumentan las reuniones familiares para rezar la Novena de Navidad, escrita por el franciscano quiteño Fernando de Jesús Larrea, quien falleció en Santiago de Cali el 3 de noviembre de 1773.

Arrecife, Barranquilla

Él instauró además las conocidas “Aspiraciones” y las oraciones a la Virgen, San José y el Divino Niño.

Belayes

Fray Fernando redactó la novena a solicitud de doña Clemencia de Jesús Caycedo Vélez, fundadora del Colegio de la Enseñanza en Bogotá, y se publicó en 1743.

Mar Adentro, Santa Marta

Fray Fernando de Jesús vistió el hábito franciscano a los 16 años de edad en el convento de la Recolección de San Diego de Quito. Una vez ordenado sacerdote, en 1725, se dedicó a la enseñanza de la filosofía y de la teología. Inauguró su carrera de predicador de misiones populares en 1732, con ocasión de las fiestas de Quito en honor de la Virgen del Quinche.

Garzón, Huila

La novena del aguinaldo fue conocida por una de las figuras más importantes de la literatura femenina colombiana: Bertilda Samper Acosta, quien había nacido en Bogotá el 31 de Julio de 1856. La Madre María Ignacia recibió en La Enseñanza la novena de fray Fernando de Jesús y la retocó de manera considerable. La edición más célebre es la publicada y aprobada por el Arzobispo de Bogotá, Bernardo Herrera Restrepo, en noviembre de1910, bajo el título “Novena del Niño Dios”.

La Esperanza, Casa de Convivencias en Ginebra Valle del Cauca

Las casas se llenan de alegría con la llegada de docenas de niños, que saltan, corren y cantan los villancicos mientras saborean los presentes que llevan las diferentes familias.

Pesebre Catalpa, Cali

Pero, además, esta temporada también es una oportunidad para visitar casas de adultos mayores, compartir momentos con nuevos amigos en otras latitudes, desprenderse de un regalo para un niño o servir un plato de comida.

Las Quintas, Bogotá

Desde todos los centros del Opus Dei en Colombia, se comparte la Navidad acompañando a niños y ancianos de las labores sociales que durante el año se realizan en muchas regiones del país.