Por Aurora Pachano
La voz de Camila va más allá del Centro Cultural Arboleda, en Chía, en el centro de Cundinamarca. Tiene fuerza en sus cuerdas vocales y con perfecta afinación anima a los presentes. Su padre, profesor de música, la acompaña con la guitarra.
Cuando comienzan a interpretar una de sus canciones, se unen también los asistentes a la “Noche de las Velitas”, una tradición muy colombiana que se realiza cada 7 de diciembre. En esta oportunidad, ella cantó en la celebración de la Santa Misa y en la Serenata que se le ofreció a la Virgen.

Al Centro Cultural Arboleda acuden decenas de jóvenes bachilleres, universitarias y profesionales y asisten a actividades de formación espiritual y humana, al tiempo que participan en diversas sesiones culturales, profesionales y sociales.
"Jesús, que en tu Iglesia Santa perseveren todos en el camino, siguiendo su vocación cristiana, como los Magos siguieron la estrella: despreciando los consejos de Herodes..., que no les faltarán". Forja, 366
Cada diciembre, el centro recibe más personas que acuden tanto a la Noche de las Velitas como a la Novena a la Inmaculada y a la Novena de preparación a la Navidad. Es una oportunidad también para el encuentro de familias, que acuden con la abuela, una tía, un amigo. Varias de las participantes van con sus novios; obviamente, los protagonistas suelen ser los niños que aprovechan el jardín para jugar, hacer amigos, conversar y participar en los cantos y oraciones.

Las personas llevan alguna cosa para compartir. Por esta época, abundan las natillas, las galletas, pasabocas, con abundante queso y jamón, pero también muchos buñuelos.
--Yo quiero uno bien tostadito, dice una señora.
--Yo quiero otro buñuelo, pide el pequeño de seis años que no ha soltado el que tenía en su mano izquierda.

Las anécdotas, programas, planes, explicaciones salen a relucir en estas noches de familia. Algunos nuevos preguntan por las actividades y otros por los medios de formación y más de uno aprovecha para acudir al sacramento de la confesión o para dialogar simplemente con el sacerdote.
Vocación cristiana
— Opus Dei Colombia (@OpusDeiColombia) December 5, 2025
San Josemaría predicó una homilía, recogida en el volumen "Es Cristo que pasa", sobre el tiempo litúrgico del Adviento https://t.co/CqpHS3gHDB pic.twitter.com/KcVvCQQdTR
En Arboleda, siempre hay un plan o un programa durante el año. Desde charlas para mejorar aspectos de la vida personal, paseos, cursos de retiro, convivencias o para llevar un rato de diversión a un hogar de personas mayores o visitar un jardín infantil.

San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei supo por algunos de sus hijos que fueron a Roma a estudiar de las tradiciones que hay en Colombia como La Noche de las Velitas –en homenaje a la Inmaculada Concepción—y la Novena de Navidad y admiró la forma de cariño que demuestran los católicos para con la Virgen María.
Él amó profundamente la Navidad, la Familia de Nazaret, a San José y, desde luego, a Jesús y a María.

En la noche de Navidad de 1967, san Josemaría estuvo de tertulia con los alumnos del Colegio Romano y les dijo:
“¿Qué vamos a hacer nosotros hoy, el día en que los hombres celebran la fiesta de Navidad? En primer lugar una oración filial que nos sale de maravilla, porque nos sabemos hijos de Dios, hijos muy queridos de Dios”. (En diálogo con el Señor, n. 45)

