De Bogotá a Roma: construyendo puentes de amistad y solidaridad

La experiencia en Roma estuvo llena de momentos especiales, tanto en las grandes celebraciones como en pequeños encuentros y momentos de oración personal y en grupo.

Camino a Roma

Un grupo de jóvenes se preparó con mucho entusiasmo durante meses para participar en el Jubileo de los jóvenes en Roma, motivadas por conocer y vivir una experiencia profunda de fe y compañerismo. Desde el inicio, se organizaron en pequeños comités para ahondar en su fe cristiana y realizar actividades solidarias, como ayudar con el Banco de alimentos de la Arquidiócesis de Zipaquirá, visitar un ancianato y colaborar con el resguardo indígena de Chía, entre otros, lo que les permitió sintonizar con el Jubileo de este año y preparar su peregrinación a la Ciudad Eterna.

En Chía, en el resguardo indígena

El viaje comenzó con un recorrido por Orvieto y Asís, donde el ahora San Carlo Acutis las inspiro profundamente. Ya en Roma cada día fue muy especial, pudiendo atravesar la Puerta Santa de cada Basílica Mayor, Misa de inauguración del Jubileo en la Plaza de San Pedro, Audiencia con el Papa, etc. La Vigilia en la explanada de Tor Vergata fue espectacular. El ambiente festivo en medio de conciertos y presentaciones musicales variadas, después el coloquio de preguntas y respuestas de varios jóvenes con el Papa. Y el culmen del sábado un rato largo, recogido y emocionante de adoración al Santísimo junto al Papa.

Colaborando con el Banco de alimentos

La experiencia en Roma estuvo llena de momentos especiales, tanto en las grandes celebraciones como en pequeños encuentros y momentos de oración personal y en grupo. Muchas peregrinas encontraron en el camino nuevas formas de rezar y sentir la presencia de Dios en las actividades ordinarias de la vida, descubriendo aquello que enseñó San Josemaría: <<Es preciso convencerse de que Dios está junto a nosotros de continuo. —Vivimos como si el Señor estuviera allá lejos, donde brillan las estrellas, y no consideramos que también está siempre a nuestro lado.>> (Camino 267).

En San Pedro, dispuestas a ganar el Jubileo

Al regresar a casa, la aventura no terminó; más bien, se convirtió en un compromiso para seguir creciendo y siendo testimonio vivo de lo aprendido. El grupo sigue unido, participando en actividades de estudio de su fe y de servicio a los demás, con el deseo de ser un buen ejemplo para sus amigos y familias, llevando siempre la esperanza y la fuerza de su experiencia en Roma.

Durante la Vigilia en Tor Vergata