Cómo superar las discusiones en el matrimonio

«Se querían mucho y tenían que sufrir mucho; y yo les veía siempre sonreír». San Josemaría habla de superar las disputas domésticas y alcanzar la serenidad entre marido y mujer, recordando con cariño el ejemplo de sus padres.

Yo suelo decir con mucho orgullo que no he visto reñir a mis padres nunca. Y es verdad.

Se querían mucho y sufrieron mucho en la vida porque el Señor me tenía que preparar a mí, y, por lo tanto, tenían ellos que sufrir mucho.

Y los vi siempre sonrientes.

No se hacían arrumacos delante de nosotros, pero se palpaba el cariño; y reñirían, pero detrás.

Y yo puedo decirlo ahora por los cinco continentes, con agradecimiento; y añadir, como me oísteis el otro día, que soy paternalista.

¡Que lo puedan decir tus hijos! Yo sé que lo podrán decir.

Basta que le digas tú a tu marido... poneros de acuerdo —una palabrica— y el que esté más sereno le dice al otro lo que sea y después ¡ya reñís!, reñís a solas, a la noche; a solas cuando estéis en vuestra habitación.

Y veréis que sois una pareja de bobos y que no hay motivo para reñir.