Para mí, vivir es Cristo (I): en la alegre esperanza de Cristo. La fe en el Amor de Dios
Dejarnos tocar por el amor de Dios, dejarnos mirar por Cristo: la esperanza nos abre un mundo, porque se basa en lo que Dios quiere hacer en nosotros.
Nuevos Mediterráneos. Descubrimientos que cambian el paisaje de la vida interior
Dios es nuestro Padre, Jesús es nuestro Amigo, el Espíritu Santo habita en nuestros corazones, tenemos por Madre a María... Cada una de estas realidades fue para san Josemaría «un nuevo Mediterráneo». Sus descubrimientos pueden cambiar también hoy el paisaje de nuestra vida interior. Descarga gratis el libro electrónico.
La mortificación
Los cristianos no encuentran en el dolor un placer especial. El masoquismo es contrario a la doctrina de Jesús. Entonces, ¿qué sentido tiene la mortificación cristiana?
La luz de la fe (V): «Tu rostro, Señor, buscaré»: la fe en el Dios personal
La fe cristiana es una fe con Rostro, una fe que dice: no estás solo en el mundo… hay Alguien que ha querido que existas, que te ha dicho «¡vive!».
Elogio de la caridad. Textos de un sermón de san Agustín
Se recogen algunos párrafos de un sermón de san Agustín sobre las excelencias de la virtud de la caridad, según la doctrina del apóstol san Pablo.
«Dale gracias por todo, porque todo es bueno»
Agradecer, ante lo bueno y ante lo malo, es saberse siempre querido por Dios: gracias por estar aquí a mi lado; gracias porque esto te importa.
La humildad, fuente de alegría
La humildad es una nota distintiva básica, uno de los cimientos de la auténtica vida cristiana, porque es la “morada de la caridad”. Ofrecemos un texto espiritual sobre esta virtud.
La luz de la fe (IV): esa corriente trinitaria de Amor
El Misterio de la Trinidad cambia en profundidad nuestra mirada sobre el mundo, porque revela cómo el Amor es el tejido mismo de la realidad.
Nuevos Mediterráneos (V): «A Jesús, por María»
San Josemaría rezaba a la Virgen desde pequeño; de mayor descubrió más: se encontró en los brazos de una Madre, tan cercana como lo es el Cielo.
Nuevos Mediterráneos (IV): «No hable: óigale»
San Josemaría «descubre» al Espíritu Santo a través de un sencillo consejo, que también puede iluminar nuestra vida espiritual.