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Un soplo de aire fresco en la beatificación de Álvaro del Portillo

De las regiones septentrionales de Europa llegaron a Madrid -como un ciclón alegre e inofensivo- un grupo de sesenta rusos. Hablamos con Dasha y Polina. También con Lilia, que, aunque vive en Moscú, es ucraniana y ha pasado la última temporada en Madrid ampliando estudios.

“Don Álvaro es mi copiloto”

Me llamo Rosa Falero, tengo 50 años, soy uruguaya, de Montevideo, estoy casada con Roberto hace veinticuatro años y tenemos 7 hijos. Trabajo como madre primero, luego comparto la profesión de arquitecta en una oficina pública y en el Estudio que tenemos en casa.

“Tengo muchas ganas de vivir el encuentro internacional que será la beatificación de don Álvaro”

​Me llamo Nikolina Bradic, soy croata y tengo 19 años. Estudio y vivo en Zagreb.

“Le quiero agradecer a don Álvaro su servicio a la Iglesia”

​Me llamo Mirela Mazalu, soy rumana de origen ortodoxo convertida al catolicismo, tengo 26 años, trabajo en una ONG y vivo en Bruselas.

“Siento que con don Álvaro tengo un hermano en el cielo; un gran aliado que me ayuda”

Me llamo Nélida de Jesús Ferreira Semedo, soy holandesa de origen caboverdiano. Tengo 30 años, soy abogada y profesora y vivo en Ámsterdam.

"A pesar de las dificultades, se dio a sí mismo al servicio de Dios y del prójimo"

Me llamo Sheila Mukami Kibicho, tengo 23 años, y estoy estudiando Finanzas y Economía aplicada en la Strathmore University.

Kiosko en peligro

Jorge Barraza atiende un kiosko desde hace más de 40 años. Es un personaje conocido en Viña del Mar, y es parte de la identidad de la esquina entre las calles 5 Norte y Avda Libertad de dicha ciudad. Problemas económicos derivados de una hospitalización lo llevan a endeudarse y arriegar su fuente de trabajo. Hasta que llegó a sus manos una estampa de Álvaro del Portillo.

“Le veo muy padre, contemplativo y decidido”

Me llamo Wilber Enrique Chirinos Espinoza, soy peruano, ingeniero de 39 años. Iré con mi esposa y un grupo de amigos a Valdebebas.

"Gracias a la intercesión de don Álvaro he conseguido una beca"

Me llamo Mirka Federičová. Tengo 29 años, soy eslovaca pero resido en Brno, en la República Checa. Actualmente estoy realizando un Doctorado en Matemáticas Aplicadas en el Instituto CERGE-EI.

Una vigilante "en su ambiente"

Vigila la exposición Un santo en datos en Madrid. No es del Opus Dei. No conoce a don Álvaro. Pero la preparación de la muestra y el cariño de las que están detrás del bastidor de la exposición le han convertido en la primera entusiasmada con el ambiente especial que poco a poco empiezan a desprender las calles de Madrid.