"Me parece muy acertada esta unión, esta comunión, que va a tener el pueblo mapuche con el pueblo no mapuche por medio de este Santo”. Así calificó el lonco (jefe) mapuche, Antonio Purrán, el lanzamiento de la estampa de San Josemaría Escrivá de Balaguer traducida a la lengua nativa de la Araucanía, el mapudungún. “Esta oración, traducida, llega a la misma cultura mapuche”, por lo que este pueblo se siente más cerca del mundo católico, agregó.
El acto, que reunió a representantes del pueblo mapuche, educadores, estudiantes, párrocos de la zona y personas del Opus Dei, tuvo lugar el viernes 26 de agosto en el Liceo Técnico Profesional Intercultural “Guacolda”, de Chol Chol, situado en la IX Región de la Araucanía.
La ceremonia se realizó frente a un rehue, en el cual fue colocada la estampa de San Josemaría. El rehue es el monumento simbólico de la cultura mapuche, un tronco escalonado que se rodea de ramas de canelo y se usa en las grandes celebraciones. Allí, Antonio Purrán, ataviado con el tradicional poncho de lonco y un cintillo en que lucía tres hojas de canelo, recitó oraciones en mapudungún y en castellano, que fueron acompañadas por toques de trutruca. Las rogativas, al estilo mapuche, fueron dirigidas al Dios cristiano, ya que los asistentes en su mayoría pertenecen a comunidades indígenas católicas. Posteriormente, todos los invitados dieron tres vueltas alrededor del rehue, en un paso de baile ceremonial, al son de los instrumentos nativos.
El pueblo de Chol Chol queda a 40 minutos de Temuco y cuenta con una parroquia y varios establecimientos educacionales a los que concurren a educarse los hijos de las comunidades de la zona. El colegio intercultural más antiguo de ellos, y que pertenece al Obispado de Temuco, es el Liceo “Guacolda”, que recibe a 500 alumnos, en un 90% de origen mapuche. Los jóvenes egresan de allí con un título técnico profesional y una revalorización de su cultura.
Fue la directora del establecimiento, Erna Beltrán, quien acogió la iniciativa de personas del Opus Dei de traducir la estampa a la lengua mapuche, por su relación con la vocación intercultural del Liceo, “y porque, siendo una oración, tiene trascendencia”, destacó. Hizo entrega de la estampa en castellano a la profesora de lengua mapuche del establecimiento, Jeanette Paillao, quien realizó el trabajo de traducción.
El mapudungún es una lengua hablada, que nunca se trasmitió en caracteres escritos. Entre las familias mapuches se conserva en forma oral. En el afán de preservarla, se han realizado varios intentos a través del tiempo de llevarla a la escritura, pero los alfabetos presentan diferencias y no hay ninguno oficial. Por ello la traducción presentaba dificultades. La profesora Paillao utilizó el alfabeto “unificado”, uno de los más difundidos y que se emplea en el Liceo Guacolda. La traducción fue luego sometida a varios loncos y jefes de capillas católicas, convocados por el entonces párroco de Labranza, P. Sandro Leonelli, y posteriormente a un profesor universitario mapuche, experto en esta lengua.
Para Jeanette Paillao, la traducción fue “una bonita experiencia”, que calificó de importante para ella por permitirle conocer a San Josemaría. “Como mapuches podemos seguir sus pasos, incorporándolo a nuestra cultura”, indicó. Agregó que también considera interesante hacer llegar la lengua mapuche a otras culturas a través de la difusión de la nueva edición de la estampa.
El diácono mapuche Víctor Hugo Tralma, quien también ayudó en la traducción, se manifestó contento de que “se sigan conociendo este Santo y el Opus Dei, porque aquí es poco lo que se sabe de ellos”.
La ceremonia se realizó en un ambiente de gran afecto y cordialidad entre los representantes indígenas, sacerdotes, invitados no mapuches, profesores y dirigentes estudiantiles del Liceo. Muchos de ellos tuvieron ocasión de conocer al Fundador del Opus Dei mediante la trasmisión de un video. Las imágenes también mostraron distintas iniciativas sociales impulsadas por personas de la Obra y testimonios de cómo puede vivirse la santificación en el trabajo. Luego, alrededor de varias mesas dispuestas por el Liceo y al calor de un café con galletas y chocolates, los invitados intercambiaron opiniones y conversaron sobre las distintas culturas y su integración.
La estampa se repartió entre los asistentes y en un significativo acto, todos rezaron al unísono la oración en mapudungún, siguiendo la pronunciación que iba indicando el lonco Antonio Purrán. Asimismo, los párrocos, estudiantes y público en general recibieron material audiovisual y escrito para llevar a sus localidades.
La ceremonia fue difundida por el canal de Televisión Nacional regional.