El Santuario Inmaculada Concepción en Villa La Compañía, comuna de Graneros, tiene una larga historia y tradición. Inmerso en el valle del Cachapoal, es uno de los lugares marianos de mayor importancia en la Región de O’Higgins.
El templo se remonta hacia 1700, cuando llegaron sacerdotes de la Compañía de Jesús a terrenos donados por Catalina de los Ríos y Lisperguer, apodada La Quintrala.
Desde entonces la zona cuenta con un espacio para el culto divino, hoy atendido por la Diócesis de Rancagua.
Después del terremoto del 27 de febrero de 2010, el santuario se desplomó completamente y parecían haberse perdido todas las reliquias y patrimonio, lo cual originó una gran tristeza en la comunidad. Sin embargo, la Iglesia inició un fuerte trabajo con las autoridades y fieles de buena voluntad a fin de conseguir los más de mil millones de pesos necesarios para reconstruir este templo.
Todo lo anterior llevó a que un fiel de la parroquia, seguidor de las enseñanzas de San Josemaría, creyera oportuno proponer al párroco Aquiles Correa Reyes establecer allí un lugar de encuentro con el santo fundador del Opus Dei, para levantar el ánimo de la comunidad y pedir a Dios una pronta solución por medio de su intercesión.
Contactados con la Oficina para las Causas de los Santos de la Prelatura del Opus Dei, la posibilidad se concretó el pasado 23 de junio. En vísperas de la fiesta de San Josemaría, el día 26, llegó hasta la capilla provisoria del santuario de María, una imagen del fundador del Opus Dei y una reliquia suya que se quedarán en el lugar.
Durante la homilía de la Misa, el párroco recordó que San Josemaría es reconocido como el santo de lo ordinario -como lo llamó Juan Pablo II al canonizarlo-, que él supo encontrar y amar a Dios y que hoy nosotros debemos seguir su ejemplo.
Luego de la celebración eucarística, los fieles se acercaron con gran fervor a la imagen y recibieron estampas para llevar a sus hogares.