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Sacerdote, sólo sacerdote. San Josemaría Escrivá modelo de vida sacerdotal

Recogemos a continuación un artículo de Mons. Echevarría, Prelado del Opus Dei, sobre san Josemaría.

Los años en el seminario

Desde 1918 hasta 1925, año de su ordenación sacerdotal, San Josemaría se preparó a recibir las sagradas órdenes. De esos años se conservan testimonios de sus compañeros seminaristas.

Primeros años de sacerdote

Tras su ordenación, san Josemaría desarrolló diversas tareas. En 1928 vería el Opus Dei, y dedicaría su vida a seguir esa específica voluntad del Señor.

Encuentro de san Josemaría con sacerdotes

En las reuniones con sacerdotes, el fundador del Opus Dei volcaba en ellos su corazón. Les hablaba de la necesidad de sacerdotes santos, de la vida sacramental, de la situación de la Iglesia...

Dejarlo todo por Dios

"Relictis omnibus". Dejándolo todo: el desprendimiento y la confianza en la voluntad de Dios son necesarios para seguir sus pasos, como señala san Josemaría.

La ordenación sacerdotal de San Josemaría

El 28 de marzo de 1925 a los 23 años de edad, san Josemaría Escrivá fue ordenado sacerdote en la Iglesia de San Carlos en Zaragoza. Ofreció su primera Misa por el alma de su padre, fallecido 4 meses antes.

San Josemaría, sacerdote diocesano

"La afirmación según la cual Josemaría Escrivá representa un verdadero modelo de sacerdotes encierra un significado preciso". Es lo que explica Mons. José María Yanguas, obispo de Cuenca (España).

Cómo ser profundamente humanos

¿Cómo ser humanos y divinos? Admitiendo nuestra debilidad, señala san Josemaría a un sacerdote que le hizo la pregunta.

Socios y cooperadores

​Quien pide la admisión en la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz lo hace debido al profundo convencimiento de saberse llamado por Dios a buscar la santidad en medio del mundo según el espíritu del Opus Dei.

Una ayuda en la vocacion sacerdotal

La Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz ofrece a sus socios y a los clérigos que participan de sus actividades unos medios espirituales para sostener y apoyar la vida interior, la formación doctrinal y pastoral, y la unión fraterna entre los sacerdotes.