Opus Dei

Noticia sobre la inauguración de una exposición en Santander.

El Santuario de Torreciudad ha organizado una exposición que ofrece datos e imágenes sobre la figura del primer sucesor del fundador del Opus Dei, Álvaro del Portillo, y las iniciativas sociales en África que promovió. Se podrá visitar hasta mediados de octubre.

La Iglesia necesita –y necesitará siempre– sacerdotes. Ser cristiano –y de modo particular ser sacerdote; recordando también que todos los bautizados participamos del sacerdocio real– es estar de continuo en la Cruz.

Helena Scott y Ethel Tolansky, ambas académicas de la Universidad de Westminster, han publicado un breve libro en el que trazan, a grandes rasgos, la vida de Mons. Álvaro del Portillo, testigo de algunos de los acontecimientos más trascendentales de la Iglesia del siglo XX.

Álvaro del Portillo falleció el 23 de marzo de 1994. Pocas semanas después el Papa recibió en Audiencia al Congreso universitario UNIV y habló del sucesor de san Josemaría. El 11 de marzo le había felicitado por su 80 cumpleaños con un quirógrafo.

​La directora del Colegio san José de Clunny de Vigo, Sor María Luisa Cantero, visitó la exposición "​Un Santo en Datos" y habló de la influencia del espíritu del Opus Dei en su discernimiento vocacional y en su vida interior. Se considera hija adoptiva de san Josemaría.

John F. Coverdale, abogado e historiador, y autor de varios libros sobre la historia de la Obra, cuenta con un estilo ágil la vida de Álvaro del Portillo desde su nacimiento en Madrid hasta su muerte en Roma. Los lectores podrán conocer en profundidad al colaborador más cercano del fundador del Opus Dei durante más de treinta años, y que finalmente se convertiría en su primer sucesor.

La Conferencia Episcopal destacó la urgencia de trabajar por garantizar la paz y la seguridad de las personas que sufren a raíz de la violenta situación que afecta a la Franja de Gaza.

Mons. Álvaro del Portillo explica a una joven española, sorda de nacimiento, que la enfermedad es ocasión de crecer en vida interior.

"Es especialmente urgente que cuidemos nuestra personal formación y que nos lancemos a una siembra abundante de doctrina en todos los ambientes", escribe Mons. Álvaro del Portillo.