Domingo de Ramos: "Bendito sea el Rey"
Con obras de servicio, podemos preparar al Señor un triunfo mayor que el de su entrada en Jerusalén... Porque no se repetirán las escenas de Judas, ni la del Huerto de los Olivos, ni aquella noche cerrada... ¡Lograremos que arda el mundo en las llamas del fuego que vino a traer a la tierra!... Y la luz de la Verdad –nuestro Jesús– iluminará las inteligencias en un día sin fin (Forja, 947).
Leemos en el día de hoy estas palabras de profunda alegría: los hijos de los hebreos, llevando ramos de olivo salieron al encuentro del Señor, clamando y diciendo: Gloria en las alturas (Antífona en la distribución de los ramos.).
La aclamación a Jesucristo se enlaza en nuestra alma con la que saludó su nacimiento en Belén. Mientras Jesús pasaba, cuenta San Lucas, las gentes tendían sus vestidos por el camino. …