Los enfermos, en el centro del corazón de Francisco

El 11 de febrero la Iglesia celebra la Jornada Mundial del Enfermo. Desde la fumata blanca, el Papa Francisco habla mucho de y para las personas que sufren. Sus palabras –y sus gestos, y sus acciones- son expresión de la ternura de Jesucristo y de toda la Iglesia para acompañar con la oración y el afecto a los enfermos, como expresión clara y prioritaria de la auténtica caridad cristiana.

El 11 de febrero, fiesta de la Virgen de Lourdes, el santuario mariano francés acogerá la celebración de la XXVI Jornada Mundial del Enfermo, un encuentro promovido en 1992 por san Juan Pablo II siempre muy ligado a la gruta donde la Virgen se apareció dieciocho veces a santa Bernadette Soubirous entre 1844 y 1879.

La gruta de Lourdes. Foto de Christine und Hagen Graf (Flickr).

El cariño y el desvelo del Papa Francisco por los enfermos es una realidad patente desde su llegada a la Cátedra de Pedro. Estas jornadas son una ocasión para conocer, meditar y profundizar en algunos de sus mensajes llenos de sentido cristiano, esperanza, compañía e impulso para la creación de sociedades solidarias que combatan el dolor con la ciencia, y la indiferencia, con cercanía y atención para los que sufren.

1. La realidad del límite humano

«La naturaleza humana, herida por el pecado, lleva inscrita en sí la realidad del límite». (Papa Francisco, homilía Jubileo de los Enfermos y Discapacitados, 12 junio de 2016).

2. Aceptación del sufrimiento

«Con qué falsedad vive el hombre de hoy al cerrar los ojos ante la enfermedad y la discapacidad. No comprende el verdadero sentido de la vida, que incluye también la aceptación del sufrimiento y de la limitación. El mundo no será mejor cuando este compuesto solamente por personas aparentemente «perfectas», sino cuando crezca la solidaridad entre los seres humanos, la aceptación y el respeto mutuo». (Papa Francisco, homilía Jubileo de los Enfermos y Discapacitados, 12 junio de 2016).

3. La ternura de Jesucristo

«La ternura de Jesucristo es signo del amor que Dios reserva para los que sufren y son excluidos». (Papa Francisco, homilía Jubileo de los Enfermos y Discapacitados, 12 junio de 2016).

4. Dios comprende la enfermedad

«Jesús es el médico que cura con la medicina del amor, porque toma sobre sí nuestro sufrimiento y lo redime. Nosotros sabemos que Dios comprende nuestra enfermedad, porque él mismo la ha experimentado en primera persona» (cf. Hb 4,5). (Papa Francisco, homilía Jubileo de los Enfermos y Discapacitados, 12 junio de 2016).

5. El sentido de la enfermedad

«El modo en que vivimos la enfermedad y la discapacidad es signo del amor que estamos dispuestos a ofrecer. El modo en que afrontamos el sufrimiento y la limitación es el criterio de nuestra libertad de dar sentido a las experiencias de la vida, aun cuando nos parezcan absurdas e inmerecidas». (Papa Francisco, homilía Jubileo de los Enfermos y Discapacitados, 12 junio de 2016).

6. Una misión para los enfermos

«Los enfermos, como las personas que tienen una discapacidad incluso muy grave, tienen una dignidad inalienable y una misión en la vida y nunca se convierten en simples objetos, aunque a veces puedan parecer meramente pasivos, pero en realidad nunca es así». (Mensaje del Papa Francisco con motivo de la XXV Jornada Mundial del Enfermo, que se celebró el 11 de febrero).

Mons. Fernando Ocariz con un enfermo, durante su viaje a Barcelona.

7. La fe y la paradoja del dolor

«La enfermedad, sobre todo cuando es grave, pone siempre en crisis la existencia humana y nos plantea grandes interrogantes. La primera reacción puede ser de rebeldía: ¿Por qué me ha sucedido precisamente a mí? Podemos sentirnos desesperados, pensar que todo está perdido y que ya nada tiene sentido… En esta situación, por una parte la fe en Dios se pone a prueba, pero al mismo tiempo revela toda su fuerza positiva. No porque la fe haga desaparecer la enfermedad, el dolor o los interrogantes que plantea, sino porque nos ofrece una clave con la que podemos descubrir el sentido más profundo de lo que estamos viviendo». (Papa Francisco, Jornada Mundial del Enfermo 2016).

8. Ayudar discretamente al que sufre

«Cada vez que se ayuda discretamente a quien sufre, o cuando se está enfermo, se tiene la ocasión de cargar sobre los propios hombros la cruz de cada día y de seguir al Maestro (cf. Lc 9,23); y aun cuando el encuentro con el sufrimiento sea siempre un misterio, Jesús nos ayuda a encontrarle sentido». (Papa Francisco, Jornada Mundial del Enfermo 2016).

"La solidaridad de Cristo, Hijo de Dios nacido de María, es la expresión de la omnipotencia misericordiosa de Dios que se manifiesta en nuestras vidas –especialmente cuando es frágil, herida, humillada, marginada, sufriente–, infundiendo en ella la fuerza de la esperanza que nos ayuda a levantarnos y nos sostiene». (Mensaje del Papa Francisco con motivo de la XXV Jornada Mundial del Enfermo, que se celebrará en toda la Iglesia el 11 de febrero).

9. María, Salud de los enfermos

«Me gustaría animar a todos los enfermos, a las personas que sufren, a los médicos, enfermeras, familiares y a los voluntarios a que vean en María, Salud de los enfermos, a aquella que es para todos los seres humanos garante de la ternura del amor de Dios y modelo de abandono a su voluntad». (Mensaje del Papa Francisco con motivo de la XXV Jornada Mundial del Enfermo, que se celebrará en toda la Iglesia el 11 de febrero).

«Pidamos pues a la Inmaculada Concepción la gracia de saber siempre ver al enfermo como a una persona que, ciertamente, necesita ayuda, a veces incluso para las cosas más básicas, pero que también lleva consigo un don que compartir con los demás». (Mensaje del Papa Francisco con motivo de la XXV Jornada Mundial del Enfermo, que se celebró el pasado 11 de febrero).

10. San Josemaría, sus sucesores y los enfermos

Los enfermos ocupaban un lugar especial en el corazón de san Josemaría, porque en cada uno de ellos veía la imagen de Cristo que sufre. Esta realidad se expresa bien en el punto 419 de Camino: "Niño. —Enfermo.— Al escribir estas palabras, ¿no sentís la tentación de ponerlas con mayúscula? Es que, para un alma enamorada, los niños y los enfermos, son Él".

Detrás de esa expresión de cariño y de grandeza de la misión del enfermo, el fundador del Opus Dei aconsejaba hechos muy concretos y muy cercanos: "Como siempre, cuando un hijo mío se encuentra enfermo, les digo a aquellos que viven a su lado que deben cuidarle de tal manera, que no extrañe los cuidados de su madre que está lejos, y que en aquellos momentos, debemos ser como una madre para ese hijo mío, cuidándole como su madre lo hubiese hecho".

Sobre el beato Álvaro del Portillo hay muchas palabras y muchas historias personales de cariño y atención prioritaria a personas con alguna enfermedad. Todas son una expresión gráfica de aquello que él mismo decía el 4 de julio de 1987: "En la Obra la enfermedad es un tesoro que nos ayuda a todos".

En el funeral por el alma de Mons. Javier Echevarría, el actual prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz, destacaba que “siempre tuvo una predilección particular por los enfermos, que aprendió también de San Josemaría”.

En su visita al Hospital Centro de Cuidados Laguna el prelado del Opus Dei les animó a considerar que —como había recordado recientemente el Papa— con su trabajo están cuidando la carne de Cristo, también cuando su tarea exige más esfuerzo y se nota el cansancio: “Ved a Jesucristo en cada persona y en cada momento”.

Más recursos

Mensaje del Papa Francisco para la XXV Jornada Mundial del Enfermo 2018.

Novena a san Josemaría por la salud de los enfermos.

San Josemaría entre los enfermos de Madrid (1927-1931): Minucioso estudio topográfico de la tarea sacerdotal de san Josemaría Escrivá de Balaguer en Madrid, entre 1927 y 1931, años en los que trabajó como capellán del Patronato de Enfermos.

Visitar y cuidar a los enfermos: texto y podcast de don Javier Echevarría.