Meterse en las llagas de Cristo

Meterse en las escenas del Evangelio como un personaje más. Así nos invita san Josemaría a meternos en las llagas de Cristo.

Padre muchas veces usted nos dice que nos metamos en las llagas de Cristo y que nos enamoremos de la Humanidad de Cristo. ¿cómo lo hace usted? o enséñanos a hacerlo. 

Mira, hija mía, yo enseñaba a todos a hacerlo leyendo mucho y meditando mucho el santo Evangelio y no solo los evangelios sino todo el Nuevo Testamento y procurando vivir aquellas escenas metiéndome en las escenas como un personaje más. 

Tú de seguro que has hecho alguna vez eso que llaman eh teatro leído, con unas cuantas amigas: cada una hacéis un personaje y leéis en voz alta. Pues tú sola, te vas leyendo despacito el santo Evangelio y te metes ahí como un personaje más: con María Magdalena; con María, Madre de Dios y Madre nuestra; con Lázaro, con Marta, etcétera. 

Y reacciona como hubieras reaccionado si hubieras vivido entonces. Porque esto no es una cosa de imaginación... A mí me sucede con mucha frecuencia, hoy mismo también cuando venía aquí, ciertamente he pensado en vosotros -ya os había encomendado, lo he dicho, en la misa y después de la misa-, pero me he distraído un poco pensando en el centro donde habitualmente yo vivo en Roma, ¿qué harán? He calculado las horas y he visto -allí hay unas 300 personas, no las he podido ver a todas, pero he visto a muchos y a muchas-, ¿que harán? Y he vivido con ellos, los he encomendado. Pues igual puedes tú hacer con el Evangelio... Y te irás haciendo amiga de cada uno de esos personajes del Evangelio, y le dirás a Jesús cosas entrañables y serás amiga de él y serás mejor. 

Te dará vergüenza de tantas cosas que a mí -antes no me daban vergüenza y ahora, mías, no tuyas-, y ahora me dan vergüenza. A ti te pasará igual, te purificarás, serás mejor.

Ése es el procedimiento que yo he seguido, tú puedes tener otro porque no es este el único.