La fundación Los Valles empezó su trabajo con familias en 1994, con la intención de promover la formación integral y la capacitación permanente de la mujer de escasos recursos.
La pandemia por coronavirus ha obligado a redefinir nuevamente su forma de trabajar y de llegar a la gente del barrio, respetando las medidas de confinamiento.
Con el coronavirus el reto ha sido mantener lazos con todos: 60 niños y 140 adultos
En estas circunstancias, el reto ha sido mantener lazos con todos: 60 niños y 140 adultos que tienen vinculación directa con la Fundación, en diferentes actividades y servicios; además de los practicantes y voluntarios.
Para eso, el comité directivo tomó la decisión de privilegiar la comunicación directa: el 90% de sus comunicaciones han sido de tú a tú, por vía telefónica y solo un 10% de forma masiva. “La primera semana nos preocupamos por hablar con los vecinos, las autoridades, la parroquia y los comerciantes de la zona”, explica Erika Pardo, directora de la Fundación, “y dejamos habilitado de modo virtual el Consultorio Jurídico gratuito que ofrecemos”.
El equipo directivo tuvo muy claro desde el inicio que en esta experiencia, como en todo, lo importante son las personas y que, a pesar de las dificultades, el compromiso social de la Fundación permanece. Vieron esto como una oportunidad inigualable de sostenerse unos a otros. Por eso, una de sus primeras decisiones fue involucrar a todas las personas de la fundación Los Valles: empleados, practicantes, voluntarios, beneficiarios.
Para este objetivo, se dividieron entre todos para hablar por teléfono con cada uno y conocer su situación. Por ejemplo, Alcira y Francisco, un matrimonio que coordina el "Pulguero", tiene una clientela que, aunque compra poco, le gusta conversar. Así que han llamado a sus clientes más asiduos, aquellos que esperan con ganas cada sábado para conversar de modo informal.
También identificaron a las familias con necesidades puntuales y canalizaron ayudas a través de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, para que los incluyeran en la lista de beneficiarios de mercados o les hicieran una visita puntual para atenderles.
Los docentes de Los Valles son voluntarios. Muchos han hecho mensajes de vídeo saludando a sus alumnos. Jenny, una de las profesoras de cocina, está enviando vídeos de recetas fáciles para niños con ayuda de sus hijas pequeñas. Antes de la pandemia, Martha impartía una clase de ejercicios de relajación todos los jueves, y ahora se conecta a diario a las 17:00 para dirigir las rutinas de estiramiento. Beatriz, la profesora de inglés, con ayuda de Ana María, estuvo recopilando juegos en ese idioma.
identificaron a las familias con necesidades puntuales y canalizaron ayudas a través de la parroquia
También, los estudiantes universitarios han mantenido su apoyo. Natalia ha hecho sus prácticas de Psicología en la Fundación, diseñando un programa para trabajar soft skills en niños de 5 a 13 años, y le ha encantado la forma de trabajar de la Fundación. En particular, la preocupación por la primera infancia y el deseo de desarrollar de forma innovadora estas habilidades en los pequeños. Con esta ilusión, continúa ahora apoyando como voluntaria: “Empecé cómo practicante, en un momento en que la fundación se estaba reinventando y había necesidad de revisar proyectos”, comentó Natalia, cuyo proyecto sostiene muchas de las actividades del centro.
Una de las nuevas iniciativas es adaptar sus servicios al mundo digital. No obstante, sus directivos saben que la principal limitación para sus beneficiarios es que carecen de computador y red de Internet, por lo que han diseñado la campaña “Conexiones Solidarias”. Para ello, la Fundación se alió con otras organizaciones. Con el apoyo de estos benefactores, Los Valles espera lograr una donación de computadores de segunda mano, que serán revisados por una empresa de tecnología, para que luego, otra empresa de taxis los entregue a las familias, bajo la figura de “préstamo de uso”. Es decir, que si el beneficiario usa bien la tecnología, lo puede adquirir en donación.
La segunda etapa de la campaña será la adecuación de la metodología del programa “Crecer Creando” a la virtualidad. Esto con el propósito de continuar trabajando en desarrollar habilidades blandas en niños y jóvenes.
Finalmente, en la Fundación Los Valles esperan dar un acompañamiento personalizado a los beneficiarios, tanto en el uso de los dispositivos, como en la adaptación al programa en la modalidad virtual, viviendo lo que desde el principio se han propuesto: trabajar mano a mano con la gente del barrio para su desarrollo y el de sus familias.