La Fundación Brafa y la Unió de Federacions Esportives de Catalunya convocan estos premios cada dos años con el objetivo de premiar el juego limpio y la promoción de actitudes positivas y cívicas en el deporte. La entrega de premios tuvo lugar el 20 de mayo en la Galería Olímpica del Estadio de Montjuïc, en Barcelona.
La Fundación Brafa busca difundir en la sociedad, y especialmente entre la juventud, las virtudes educativas y cristianas a través del deporte. Entre otras iniciativas apoya las actividades de la Escuela Deportiva Brafa, una obra corporativa del Opus Dei que nació en Barcelona hace 50 años con el deseo de formar a jóvenes humana y cristianamente por medio de diversas disciplinas deportivas.
En la entrega de premios hubo reconocimientos en seis categorías: Directivo, Entrenador, Deportista, Trayectoria, Internacional y Prensa. Los premios recayeron en personalidades deportivas como Ronaldinho (futbolista del F.C. Barcelona), Gemma Mengual (nadadora sincronizada), Joan Laporta (presidente del Barcelona) o Jordi Sans (jugador de Waterpolo), entre otros.
“Durante sus 50 años de existencia, afirmó Samaranch en la entrega de premios, la Fundación Brafa siempre ha considerado el deporte como un elemento muy importante en la educación de la juventud, y ha desarrollado su actividad en barrios populares, donde era más necesaria su presencia. Les felicito por estos 50 años de trabajo, de los que se han beneficiado más de 15.000 jóvenes”.
En el mismo acto se presentó la colección de pósters Parlem el mateix llenguatge (hablamos el mismo lenguaje), que se difundirá por las escuelas de Cataluña con el objetivo de promocionar el deporte como medio para el entendimiento entre personas.
La Escuela Deportiva Brafa cumple 50 años
“Corría el año 1954 y alguien tenía un balón”. Así comienza la historia de Brafa, según se lee en las publicaciones de la escuela. El 28 de marzo de 1954, quince amigos de un barrio popular de Barcelona se juntaron en la calle para jugar un partido de fútbol. Fue el origen de una serie de encuentros que dieron lugar a la Asociación Deportiva Brafa, cuyo primer local fue un garaje de doce metros.
Los promotores de Brafa, entre los que había algunos de los primeros fieles del Opus Dei en Barcelona, vieron desde el inicio que las actividades deportivas eran un vehículo idóneo para desarrollar una tarea social de tipo educativo, promover el pluralismo, la tolerancia y el respeto mutuo; y para ayudar a la gente a formarse cristianamente.
El nombre “Brafa” responde a las primeras actividades que se realizaron: Básquet, Remo, Alpinismo, Fútbol y Atletismo. La escuela deportiva está localizada en el distrito de Nou Barris, al nordeste de Barcelona. En sus instalaciones, de 40.000 metros cuadrados, practican deporte cerca de 2000 personas, jóvenes en su mayoría.