Desaparecieron los dolores

El viernes 11 de enero de 2013 me prestaron el libro sobre Dora y lo leí casi de un tirón. En ese momento una de mis hijas estaba sufriendo fuertes dolores por una piedra en el riñón. Estaba en casa con su último bebé, nacido un mes antes, ya que su marido y tres hijos mayores se habían ido de vacaciones, pues tenían los pasajes desde hacía mucho tiempo.

El viernes 11 de enero de 2013 me prestaron el libro sobre Dora y lo leí casi de un tirón. En ese momento una de mis hijas estaba sufriendo fuertes dolores por una piedra en el riñón. Estaba en casa con su último bebé, nacido un mes antes, ya que su marido y tres hijos mayores se habían ido de vacaciones, pues tenían los pasajes desde hacía mucho tiempo.

En el libro leí que una señora le había pedido que intercediera para curarse “inmediatamente" del mismo problema de mi hija... y le había desaparecido el dolor. Recé también con mucha fe la oración de la estampa y le pedí lo mismo. Ese mismo día desaparecieron los dolores.

Creo que no fue casualidad, además, que justo me hubieran prestado el libro ese día. ¡Gracias, Dora!

P. M. (Argentina)