Por mi cuenta, hace unos meses empecé a rezar la estampa de Dora para pedir un empleo para mi marido, que le permitiera compatibilizar con su trabajo de autónomo, ya que es más bien estacional y hay meses de incertidumbre. Después de un tiempo, tuve la tentación de dejar de rezarla, pues el fruto no venía y llegué a pensar que no sería conveniente. Pero seguí rezando con más insistencia.

Tras una entrevista casual, vinieron dos más. A los tres días estaba estrenando un buen trabajo en la banca, que además no le pide exclusividad y por tanto puede compaginarlo con el otro.

Estamos muy agradecidos a Dora y ahora he empezado tres novenas más, relacionadas con los trabajos de mi cuñada y mi hermano. Además la recomiendo a mis conocidos que tienen problemas laborales.

M. (España)