​¡Todo suma!

Hablé con una amiga farmacéutica, empleada en una farmacia. Me dijo muy apenada que, su marido de profesión informático, había sido enviado al paro por una empresa informática grande, donde él trabajaba. Ella no es creyente. Se lo encomendé a Laurita Busca.

Después de varios meses la volví a telefonear por otro asunto y me dijo que su marido había encontrado trabajo. Además de su especialidad informática y estaba contentísimo.

Yo le dije: “Aunque no tenemos los mismos planteamientos de vida, he estado rezando para que encontrara tu marido trabajo”. Ella me contestó con mucha alegría: “¡Todo suma, todo suma!”

Gracias Laurita.

M.C.S., Esplugas de Llobregat