Lucía lo tiene claro: para llegar al Jubileo de los Jóvenes con el corazón a punto, hay que dejar que Jesús nos hable primero. ¿Cómo? Ella ha encontrado una forma muy concreta: leer las catequesis del Papa León XIV sobre la vida de Jesús. Descubrir sus parábolas, sus milagros, sus encuentros… y dejar que algo de eso toque también nuestra vida.
Su propuesta es sencilla, pero potente. Al leer al Papa, no solo nos preparamos por dentro, sino que nos unimos, sin darnos cuenta, a tantos otros jóvenes que están en el mismo camino. Al final, se trata de caminar juntos. Cuando nos unimos al Papa —que es Cristo en la tierra— también nos unimos entre nosotros.