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Preguntas

  1. ¿Qué significa ser de san Rafael? 
  2. Y yo, ¿puedo ser de san Rafael?
  3. ¿Qué cosas hace un joven de san Rafael?
    1. Conociendo mejor a la Persona en quien cree
    2. Tratando de estar en su compañía
    3. Amándole y siendo testimonio de su amor
  4. Entonces ¿qué conlleva ser de san Rafael?
  5. ¿Si soy de san Rafael soy del Opus Dei? o ¿acabaré siendo de la Obra?
  6. ¿Cuesta dinero? ¿Tengo que pagar una cuota?
  7. ¿Por dónde empiezo?

1. ¿Qué significa ser de san Rafael?

Ser de san Rafael implica recibir una preparación humana y sobrenatural, que el Opus Dei les facilita a los jóvenes para que puedan formar su personalidad, ser almas de oración, administrar su libertad, santificar el estudio/trabajo y adquirir la cristiana preocupación de servir a los demás.

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2. Y yo, ¿puedo ser de san Rafael?

    ¡Sí! Si quieres comprometerte con tu formación cristiana y ser santo con tu estudio, tu trabajo, tu gente... e influyendo cristianamente en la sociedad. ¡Si lo quieres de verdad, puedes!

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    3. ¿Qué cosas hace un joven de san Rafael?

      Lo mismo que cualquier joven comprometido con su fe. No se trata de hacer cosas, sino de ser y vivir cristianamente, es decir amando a Dios y a la gente. Y como el amor se demuestra en hechos, un joven de san Rafael se compromete en su camino de crecimiento interior para luego poder darse y servir más y mejor a los demás. ¿Cómo?

      a. Conociendo mejor a la Persona en quien cree

        A través de los medios de formación como el círculo (clase de formación semanal con más jóvenes); las meditaciones (oración delante del Sagrario) guiadas por un sacerdote; el acompañamiento espiritual (apoyo humano y espiritual en el crecimiento de su santificación ordinaria).

        b. Tratando de estar en su compañía

          Aprendiendo a ser alma de oración y cultivando una vida de fe a través de sus encuentros diarios con Dios.

          c. Amándole y siendo testimonio de su amor

            Como el bien tiende a difundirse, un cristiano posee la pasión de darlo a conocer a sus amigos y servir a todas las almas, por ejemplo: formando en la fe (catequesis de niños), siendo voluntario en actividades sociales (visitando a personas pobres...), etc.

            Para complementar la formación humana también se puede participar en actividades culturales, de orientación profesional, de ocio y tiempo libre como excursiones, campamentos, voluntariados, convivencias, etc.

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            4. Entonces ¿qué conlleva ser de san Rafael?

              Ser un joven de san Rafael no es hacer un checklist de cosas: ir al círculo o la meditación cada semana, hablar con el sacerdote o el numerario, confesarse, rezar el rosario; dar catequesis en una parroquia… No es un menú que elegir o un pack que te dan, todo eso son medios que personal y gradualmente cada uno va asumiendo según vaya avanzando su relación de amor con Dios.

              Ser de san Rafael es tener clara la meta: el Cielo; y para eso están las ayudas que Dios te pone en el camino. En concreto la Obra proporciona a los jóvenes medios para aprender amar a Dios en y desde su ambiente, santificándose en su vida ordinaria.

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              Chicos en un banco de una iglesia
              Chicos de San Rafael

              5. ¿Si soy de san Rafael soy del Opus Dei? o ¿acabaré siendo de la Obra?

                Ser de san Rafael no implica ningún vínculo formal con la Obra, es decir, no eres fiel de la Prelatura; pero sí participas de su espíritu y de su dinamismo apostólico. Los jóvenes de san Rafael no son personas que simplemente reciban unos medios de formación espiritual, sino que sienten la Obra como suya, y procuran cooperar activamente en su misión apostólica. (Don Fernando Ocáriz, Prelado del Opus Dei).

                Por tanto si eres de san Rafael, no eres de la Obra; aunque como decía san Josemaría los jóvenes de san Rafael son como los amigos cercanos de la familia*; por eso un joven de san Rafael se siente cercano al espíritu del Opus Dei, y siente gran cariño por esta partecica de la Iglesia que es la Obra.

                Y ciertamente no acabarás siendo de la Obra si Dios no te llama a seguir este camino, es decir, sino te da esta vocación. Si lo hace, todo dependerá de ti y de tu libertad; porque aunque Dios se sirva de otras personas para darte luces, al final es una decisión entre Él y tú.

                * Fuente: “Hay indudablemente una unión muy estrecha de los chicos de san Rafael con la Obra. De hecho, forman parte de esta familia sobrenatural, que es el Opus Dei: voluntariamente quieren recibir su calor, adquirir al menos su espíritu básico propio, y colaborar en la tarea espiritual con los socios que integran la Obra” (Carta 24-X-1942, n. 7c).

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                6. ¿Cuesta dinero? ¿Tengo que pagar una cuota?

                  En la Obra la formación, como el amor, es gratuita. Solo cuesta tu compromiso de querer ser santo. Lo demás se da por añadidura.

                  Como parte de este compromiso no es sólo recibir, sino darse amando al mundo apasionadamente. Los jóvenes de san Rafael cada semana, o mes, con iniciativa y libertad personal, reúnen un poco de su dinero y hacen una colecta para diferentes necesidades, ya sean materiales: recursos para las personas pobres; o espirituales: comprando flores en honor a la Virgen.

                  Además, con sentido de sostenibilidad, los que quieran pueden dejar su aportación económica para ayudar a mantener las instalaciones que utilizan.

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                  7. ¿Por dónde empiezo?

                    Si piensas que ser de san Rafael puede ser para ti, empieza por decírselo a alguien. ¿A quién? A un amigo o a alguien conocido que participe de las actividades de la Obra. Si no conoces a nadie, escríbenos a youth@opusdei.org.

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