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¿Te ha pasado que alguien ha hecho o dicho algo que te ha ofendido, al punto que ha crecido en tu interior sentimientos de rabia, odio, tristeza o rencor? Podemos pensar que lo que sentimos se justifica por la forma en que hemos sido tratados, pero no debemos olvidar que Dios es misericordia y perdón.

Esos sentimientos no harán más que alejarte de Él, de tus amigos, de tu familia y la tristeza irá ganando terreno en tu corazón. Por lo contrario, la oración y el propósito de abrirte al perdón darán paz a tu alma y también la capacidad de saber pedir perdón y comprensión cuando tú cometas faltas, incluso quizás más graves que las que en este momento tienen tu alma intranquila.

Te invitamos a rezar esta novena a san Josemaría y pedir su intercesión para alcanzar la paz y el perdón en tu corazón.

¿Cómo hacerla? Para cada uno de los nueve días hay una frase de san Josemaría para meditar, una breve reflexión y un propósito. Luego, finalizas con una oración pidiendo su intercesión. Él es tu mejor aliado porque está junto a Dios y a la Virgen María: cuenta siempre con su apoyo.

Si quieres, también puedes descargar el texto para la novena aquí.

1º día: Para tener paz en el corazón

Como Cristo “pasó haciendo el bien” (Hch 10, 38), así también nosotros tenemos que desarrollar una gran siembra de paz por los caminos humanos (Es Cristo que pasa, 166).

Reflexión: Señor, Tú sabes cuánto deseo tener la paz dentro de mí, pero sin Tu ayuda, no lograré alcanzarla. Pienso en todo lo que tiene mi corazón herido y resentido. Quiero poder perdonar, así como Tú cuando estabas al pie de la Cruz, muriendo de manera injusta por mis faltas y las de todo el mundo.

Propósito: Jesús, te pido humildemente, por intercesión de san Josemaría, la gracia de saber perdonar. Ayúdame a que mi corazón no se contamine por la rabia, el odio y otros sentimientos amargos que solo dividen, aunque a veces sienta que mi reacción es acorde a las faltas y ofensas de los demás.

Oración

2º día: Para comprender y disculpar

Ponte siempre en las circunstancias del prójimo: así verás los problemas o las cuestiones serenamente, no te disgustarás, comprenderás, disculparás, corregirás cuando y como sea necesario, y llenarás el mundo de caridad (Forja, 958).

Reflexión: Tú sabes, Señor, que con frecuencia me fijo primero que todo, en el lado negativo de las personas, aquello que me incomoda, lo que considero absurdo e insoportable, lo que me amarga. Y, así, adquiero el vicio de pensar mal y de hablar mal de los demás.

Propósito: Señor, concédeme un corazón capaz de comprender, de disculpar y de perdonar. Ver a los demás con Tus ojos.

Oración

3º día: Para vencer el orgullo

Esfuérzate, si es preciso, en perdonar siempre a quienes te ofendan, desde el primer instante, ya que, por grande que sea el perjuicio o la ofensa que te hagan, más te ha perdonado Dios a ti (Camino, 452).

Reflexión: El mensaje de Cristo sobre el perdón fue revolucionario en su momento y lo sigue siendo ahora. “¿Cuántas veces debo perdonar? ¿Hasta siete veces? Hasta setenta veces siete” (Mt 18, 21-22) ¿A quiénes debo perdonar? A todos, ya que el “amarás a tu prójimo” (Mc 12, 29-31) de Jesús amplía el propio término, y abraza a toda persona, incluidos los enemigos (Cfr. Mt 5, 43-44) y cualquier acción ofensiva.

Propósito: Señor, hoy quiero pedirte a través de san Josemaría, que pueda reflejar con nitidez Tu imagen. Tal como señalaba san Juan Crisóstomo, “nada nos asemeja tanto a Dios como estar siempre dispuestos a perdonar” (Homilías sobre San Mateo, 19, 7).

Oración

4º día: Para vencer la ira

No reprendas cuándo sientes la indignación por la falta cometida. Espera al día siguiente, o más tiempo aún. Y después, tranquilo y purificada la intención, no dejes de reprender. Vas a conseguir más con una palabra afectuosa que con tres horas de pelea. Modera tu genio (Camino, 10).

Reflexión: Pienso, Jesús, en Ti y en tus palabras: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón” (Mt 11, 29). Y después pienso en mí: en mis irritaciones, en mis reacciones violentas, en mi brusquedad, en la ira que hierve por dentro, asumiendo que es lógico tratar duramente a los demás porque “yo tengo razón”. Y, así ¡me creo cristiano!

Propósito: Ayúdame Señor a tener un corazón manso y humilde como el Tuyo, condición imprescindible para poder perdonar.

Oración

5º día: Para vencer el resentimiento 

Perdonar. ¡Perdonar con toda el alma y sin resquicio de rencor! Actitud siempre grande y fecunda. –Ese fue el gesto de Cristo al ser enclavado en la cruz: “Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen”, y de ahí vino tu salvación y la mía (Surco, 805).

Reflexión: Qué sentimiento más duro es el rencor. Una vez que lo has experimentado deja una marca, como un fuego en tu interior que no hace más que quemar el amor, la comprensión y la paz que deberían primar siempre la relación entre los hijos de Dios.

Propósito: ¡Líbrame de él, Jesús! Ayúdame a expulsar ese mal por medio de la confesión frecuente. Concédeme, por intercesión de san Josemaría, fuerzas del Cielo para perdonar, para olvidar. Que yo no guarde ningún rencor.

Oración

6º día: Para vencer las discordias familiares

El amor debe ser sacrificado, diario, hecho de mil detalles de comprensión, de sacrificio silencioso, de entrega que no se nota (Es Cristo que pasa, 36).

Reflexión: Cuántas peleas, discusiones, discordias y enojos he tenido en mi vida familiar por faltas de consideración para conmigo: faltas de atención, de respeto, de paciencia y de delicadeza; y sabes que me cuesta aún más admitir que también yo caigo en esas mismas faltas. Líbrame, Señor, de la obsesión de considerar que sólo yo tengo la razón; de la grosería, de la impaciencia ante pequeñas faltas, de las discusiones por cosas sin importancia.

Propósito: Te pido ayuda para que, con tu gracia y, por la intercesión de san Josemaría, sea capaz de vencer la falsa autoestima. Te pido la caridad de saber callar, sonreír, hacer buena cara, y pedir disculpas por mis excesos al reaccionar o al corregir.

Oración

7º día: Para dar el primer paso

Nuestro Padre del Cielo perdona cualquier ofensa, cuando el hijo vuelve de nuevo a Él, cuando se arrepiente y pide perdón. Nuestro Señor es tan Padre, que previene nuestros deseos de ser perdonados, y se adelanta, abriéndonos los brazos con su gracia (Es Cristo que pasa, 64).

Reflexión: Dios mío, ¡cómo me cuesta dar ese paso cuando estoy convencido de que yo tengo la razón, y de que el ofendido soy yo! Pero si tengo presente el gran acto de amor y perdón que tuviste con nosotros en la Cruz, solo me queda decir ¡Dame Tu fuerza, Señor!

Propósito: San Josemaría, intercede por mí para que en primer lugar busque hacer una buena confesión y así, con la gracia de este sacramento, salir al encuentro y perdonar de corazón a quienes me han ofendido.

Oración

8º día: Para devolver bien por mal

Tarea del cristiano: ahogar el mal en abundancia de bien (Surco, 864).

Reflexión: ¡Qué difícil es contener la fantasía de las venganzas pequeñas o grandes que mi imaginación construye! ¡Y, sin embargo, sé que debería pensar en perdonar! Haz, Señor, que, cuando me sienta así, vengan a mi memoria tus palabras: “Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persigan” (Mt 5, 44).

Propósito: Hoy puedo proponerme, con tu ayuda Señor y por intercesión de san Josemaría, rezar siempre por los que me causan un mal y de desearles el bien, y así “ahogar el mal en abundancia de bien”.

Oración

9º día: Para pedir ayuda a Nuestra Señora

Acostúmbrate a poner tu pobre corazón en el Dulce e Inmaculado Corazón de María, para que te lo purifique de tanta escoria, y te lleve al Corazón Sacratísimo y Misericordioso de Jesús (Surco, 830).

Reflexión: Una de las últimas frases que pronunció el Señor antes de morir fue, precisamente, de perdón a los que le habían crucificado. Y podemos imaginar a María, extendiendo su perdón también a todas aquellas personas. Ella es la fuerza del amor.

Propósito: Madre mía, ayúdame a vivir cada día las experiencias del perdón y de la reconciliación. Lléname de tu amor para que yo sepa transmitirlo a los demás. Ten compasión de nosotros, pobres pecadores, que no conseguimos perdonar.

Oración

Oración a san Josemaría

Oh Dios, que por mediación de la Santísima Virgen otorgaste a san Josemaría, sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, y de servir con alegría y con sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor.

Concédeme por la intercesión de san Josemaría el favor que te pido... (pídase). Así sea.

Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

Se ruega a quienes obtengan gracias por intercesión de san Josemaría Escrivá, que las comuniquen a la Prelatura del Opus Dei en Chile, Dunkerque 9133, Las Condes, Santiago, o escriban a ocs.cl@opusdei.org

Esta novena se basa en textos de la “Novena del Perdón” del padre Francisco Faus.