“Los he llamado amigos” (Jn, 15,15) Así llama Jesús a los apóstoles y, con ellos, a todas las personas. ¡Qué importante es cultivar buenas relaciones de amistad! Los amigos son aquellos a quienes Dios ha puesto en nuestro camino para que nos acompañemos y apoyemos en alegrías y tristezas. Y esa relación se hace cada vez más profunda en la medida en que ponemos a Dios en el centro de nuestra vida, porque Él nos ayudará a tener una amistad verdadera; que no se basa únicamente en el intercambio de afectos, sino en hacer propias las alegrías, ilusiones y preocupaciones del otro.
Esta “novena” te invita a rezar por tus amigos, a pedir por sus necesidades y, también, a superar sentimientos de enojo o tristeza que puedan habernos distanciado de alguno de ellos.
Hay muchos motivos por los que podemos pedir a san Josemaría que interceda ante Dios para ser buenos amigos, como lo fue Él con aquellos que lo conocieron.
Si quieres, también puedes descargar la novena aquí.
1º día: Para ser buen amigo, primero ser amigo de Dios
“Para que este mundo nuestro vaya por un cauce cristiano –el único que merece la pena–, hemos de vivir una leal amistad con los hombres, basada en una previa leal amistad con Dios” (Forja, 943).
Reflexión: Señor, Tú que fuiste un buen amigo de los apóstoles y de quienes compartieron contigo, ayúdame a estar siempre cerca de Ti y así entregar a mis amigos un trato leal y cariñoso.
Propósito: Jesús, te pido humildemente, por intercesión de san Josemaría, la gracia de buscar cada día momentos de oración para que el trato con mis amigos sea un fiel reflejo del que tenga contigo.
2º día: Respeto y humildad
“La amistad verdadera supone también un esfuerzo cordial por comprender las convicciones de nuestros amigos, aunque no lleguemos a compartirlas, ni a aceptarlas” (Surco, 746).
Reflexión: Cuántas veces tenemos diferencias de opinión con nuestros amigos y eso supone que a veces nos distanciemos o nos enfademos con ellos. Con humildad, debemos hacer como Jesús, que mantuvo sus brazos abiertos en la Cruz para acogernos a todos.
Propósito: San Josemaría, intercede por mí para desarrollar la virtud de la humildad, para respetar a mis amigos y tratarlos con empatía y comprensión. Ayúdame a evitar caer en faltas de caridad o hablar mal de ellos con otras personas.
3º día: Amistad y apostolado
“La atracción de tu trato amable ha de ensancharse en cantidad y calidad. Si no, tu apostolado se extinguirá en cenáculos inertes y cerrados” (Surco, 752).
Reflexión: En los diferentes ambientes en que nos movemos,- colegio, universidad, trabajo, familia- nuestro círculo de amigos va creciendo y, así, tenemos la posibilidad de poder mostrar con nuestra conducta, con nuestra amistad, la alegría de ser hijo de Dios.
Propósito: Jesús, ayúdame a que muchos amigos puedan acercarse a Ti y descubran tu Amor. Que haga eco de tus palabras: “Nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos” (Jn, 15,13).
4º día: Perder el tiempo con los amigos
“‘Apostolado del almuerzo’: es la vieja hospitalidad de los Patriarcas, con el calor fraternal de Betania. —Cuando se ejercita, parece que se entrevé a Jesús, que preside, como en casa de Lázaro” (Camino, 974).
Reflexión: Podemos imaginar esas estadías de Jesús en Betania, donde le gustaba descansar y pasar un buen rato con su amigo Lázaro y sus hermanas Marta y María. Muchas veces la vida, los estudios, nuestras responsabilidades y compromisos nos impiden darnos el tiempo para estar con los amigos. La amistad crece cuando hay tiempos compartidos; cuando se hacen propios los momentos difíciles del amigo y también sus alegrías y sus ilusiones; cuando se disfrutan juntos momentos de trabajo y de descanso.
Propósito: Señor, te pido que me ayudes a saber “perder el tiempo” para alegrar la vida de mis amigos, acompañarlos, y estar presente, sobre todo, cuando más me necesitan.
5º día: Buscar buenos momentos
“Tened en cuenta que la caridad, más que en dar, está en comprender” (Carta 3, n.67).
Reflexión: Quien quiere crecer en amistad, evita el activismo frenético y busca tiempos para estar juntos, sin mirar relojes ni teléfonos móviles.
Propósito: Jesús, ayúdame a “desconectarme” para poder “conectar” con mis amigos. Que mis encuentros con ellos sean momentos donde nos interesemos verdaderamente por cómo está cada uno; en los que podamos tener buenas conversaciones, basadas en la confianza y el cariño mutuo.
6º día: Un amigo, un tesoro
“Un amigo es un tesoro. —Pues… ¡un Amigo!…, que donde está tu tesoro allí está tu corazón” (Camino, 421).
Reflexión: La amistad es de los regalos más grandes que una persona puede tener y puede ofrecer. ¡Qué difícil sería vivir sin amigos! En el libro de los eclesiásticos se señala: “Un amigo fiel es un refugio, el que lo encuentra, ha encontrado un tesoro” (Eclo, 6,1).
Propósito: Señor, te pido que, por intercesión de san Josemaría, me ayudes a cuidar a mis amigos como a un gran tesoro. Tener con ellos detalles que ayuden a cultivar esta relación de amistad: gestos pequeños (y también grandes), un llamado, un mensaje.
7º día: Escuela de amistad
“En un cristiano, en un hijo de Dios, amistad y caridad forman una sola cosa: luz divina que da calor” (Forja, 565).
Reflexión: Una amistad auténtica es escuela de amistad: nos enseña a disfrutar de la compañía de las demás personas, aunque naturalmente no con todas se llegue a tener la misma cercanía. Así, en cualquier lugar donde nos encontremos, podemos dar esa “luz divina”; porque al sabernos hijos de Dios, siempre podemos entregar cariño.
Propósito: Jesús, que busque ser un fiel reflejo Tuyo en los distintos ambientes en que me encuentre para ser así amigo y apóstol.
8º día: Comunicación sincera
“El amigo verdadero no puede tener, para su amigo, dos caras: la amistad ha de ser leal y sincera” (cfr Carta 11-III-1940, n.71).
Reflexión: La amistad es mutua: es una comunicación sincera, en las dos direcciones; se transmite la propia experiencia para aprender unos de otros. Los amigos comparten alegrías, ilusiones y proyectos y, también, las preocupaciones y penas. Por otra parte, la amistad se manifiesta especialmente en la disposición a ayudar y, sobre todo, tiende a imitar la grandeza del amor de Jesucristo.
Propósito: Señor, Tú eres el amigo fiel que nunca se aparta de nosotros. Ayúdame a buscarte en la oración para ser un amigo leal, sin dobleces, en el que todos puedan confiar.
9º día: Dar el primer paso
“El primer paso para acercar a otros a los caminos de Cristo es que te vean contento, feliz, seguro en tu andar hacia Dios” (Forja, 858).
Reflexión:Muchas veces cuando ofrecemos una auténtica amistad nos encontramos con la posibilidad de no ser correspondido. Sin embargo, es preciso aceptar esa vulnerabilidad y dar ese primer paso sin esperar nada a cambio, con la vista puesta en el gran bien que podrá nacer.
Propósito:Ayúdame Señor, por intercesión de san Josemaría, a perseverar en el camino de la amistad y a perdonar malas experiencias que puedan surgir. A estar dispuesto a hablar con todos, a no dejarme llevar por prejuicios y a ponerme en el lugar de los demás.
Oración a san Josemaría
Oh Dios, que por mediación de la Santísima Virgen otorgaste a san Josemaría, sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, y de servir con alegría y con sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor.
Concédeme por la intercesión de san Josemaría el favor que te pido... (pídase). Así sea.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Se ruega a quienes obtengan gracias por intercesión de san Josemaría Escrivá, que las comuniquen a la Prelatura del Opus Dei en Chile, Dunkerque 9133, Las Condes, Santiago, o escriban a ocs.cl@opusdei.org
