Cuando piensas en el Papa, ¿qué imagen te viene? ¿Un hombre con experiencia y sotana blanca, saludando desde un balcón? Pues sí, pero hay mucho más detrás. Puedes descargar la infografía aquí. 

El nuevo Papa, León XIV, no solo es el primer estadounidense y agustino en llegar al Vaticano, sino que también tiene raíces europeas (francesas, italianas y españolas) y una historia de vida marcada por el servicio, la misión y el deseo de unir.

Nacido en Chicago en 1955 y formado en matemáticas, teología y derecho canónico, Robert Francis Prevost ha pasado décadas como misionero y líder de los agustinos a nivel mundial. Pero lo que más llama la atención es su forma de hablarle al mundo —y especialmente a los jóvenes— con claridad, cercanía y esperanza.

Esa frase no es solo una cita bonita para tenerla como lema en el móvil. Es un plan. Una invitación directa a ti, que estudias, trabajas, buscas, te caes y te levantas. León XIV no quiere espectadores: quiere aliados. Sabe que los jóvenes somos clave para cambiar el mundo desde dentro.

¿Cómo podemos ayudar al Papa?

- Rezando por él. Parece simple, pero cargar con el timón de la Iglesia no es tarea ligera. Nuestra oración puede ser ese apoyo silencioso pero poderoso que lo sostenga cada día.

- Siendo constructores de unidad. En tu clase, tu trabajo, tu grupo de amigos: evita la crítica fácil y busca la unión, tender puentes, como él dice.

- Aceptando el reto. “No tengan miedo”, nos dice. A veces lo más difícil es decir sí: sí a comprometerte, sí a perdonar, sí a servir.

- Viviendo con coherencia. El testimonio cotidiano, aunque parezca que pasa inadvertido, suma. Y mucho.

León XIV ha empezado su pontificado con el saludo de Jesús: “La paz sea con vosotros”. Es un mensaje claro en un mundo dividido. Y tú puedes ser parte de esa paz. Porque cuando un joven vive con fe, alegría y verdad… eso también cambia la Iglesia.