Escribo en cumplimiento de una promesa hecha al siervo de Dios Isidoro Zorzano, para relatar un favor obtenido por su intercesión.
En otoño de 2015, de manera repentina, el cuñado de un amigo —muy joven—, tuvo que ser ingresado y permaneció varias semanas en coma. Al parecer, había sufrido una infección, causada por el debilitamiento del sistema inmunitario.
Los médicos llegaron a comunicar a la familia que no esperaban ninguna solución y que el paciente fallecería en los días siguientes. En ese momento acudí personalmente a Isidoro para pedir la curación de esta persona, prometiendo escribir si se conseguía la curación. Y efectivamente se consiguió.
El joven se recuperó y, aunque aún tiene secuelas, hace vida normal. Escribo por tanto en cumplimiento de mi promesa.