​Ante una ceguera

Un día de marzo mi hijo presentó un enrojecimiento en el ojo izquierdo. Pensamos que era una conjuntivitis.

Foto: RickyDavid

Luego supimos que se trataba de algo más grave: una iridociclitis severa. Por razones desconocidas, esta enfermedad que en otros casos pasa sin mayores consecuencias, tuvo efectos gravísimos en mi hijo: perdió la visión más de tres semanas.

Los cuidados médicos fueron los mejores que pudimos darle. Tampoco faltaron oraciones de familiares y amigos. Pero estoy seguro de la intercesión de Isidoro Zorzano, pues hace muchos años y con frecuencia que le encomiendo la protección de mi hijo. Con la enfermedad lo hice con mayor intensidad. A mediados de julio recuperó totalmente la visión.

L.G.U.M.

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