“Sembradores de paz y de alegría”
¿Te ríes porque te digo que tienes “vocación matrimonial”? –Pues la tienes: así, vocación. Encomiéndate a San Rafael, para que te conduzca castamente hasta el fin del camino, como a Tobías. (Camino, 27)
Es muy importante que el sentido vocacional del matrimonio no falte nunca tanto en la catequesis y en la predicación, como en la conciencia de aquellos a quienes Dios quiera en ese camino, ya que están real y verdaderamente llamados a incorporarse en los designios divinos para la salvación de todos los hombres.
Por eso, quizá no puede proponerse a los esposos cristianos mejor modelo que el de las familias …