Tuve la suerte de conocer a Encarnita en 1993 y acudir a su Misa de funeral en 1995. Desde ese día siempre pido que cuide a mi hermana.
El novio de mi hermana llevaba sin trabajo desde hace más de un año, la situación resultó desesperada, hasta repercutir en su salud y en la relación con ella. Encontré por casualidad una estampa y empecé a pedir casi “un imposible”, en la época de verano. En la segunda quincena de agosto, siendo un mes malo para encontrar trabajo en las empresas de transporte, hizo varias entrevistas que le animaron bastante. El 30 de agosto le llamaron de una de las empresas donde había dejado el currículum, para empezar a trabajar el 1 de septiembre.
Sé que Encarnita cuida de mi hermana desde el Cielo de manera especial.
G.G.B.