Al conocer el anuncio realizado por la Santa Sede, el prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, ha dicho: «Agradezco de corazón al Señor este paso en la causa de beatificación de Montse, una muchacha con una vida breve, pero que ha sido un auténtico don de Dios para quienes la trataron y también para aquellos que la han conocido después de su dies natalis, de su marcha al cielo».
Además ha señalado que Montse Grases «correspondió desde una temprana edad al amor de Dios en medio del mundo y procuró ser piadosa, trabajar bien —aprovechando sus cualidades— con afán de servicio, con disposición permanente de atender generosamente a los demás, olvidada de sí misma. Siguió fielmente al Señor cuando la llamó a formar parte del Opus Dei y buscó caminar —a través de una existencia común a la mayoría de las mujeres— muy unida a Él, también mientras padeció un cáncer que le ocasionó la muerte y que le provocaba dolores muy intensos. Intentó acabar con delicadeza sobrenatural sus ocupaciones diarias, por amor a Dios y a los demás, y se propuso acercar sus muchas amistades a Jesús».
Finalmente, Mons. Javier Echevarría comentó: «Tengo la ilusión de que el ejemplo de Montse continúe ayudando a muchas chicas y a muchos chicos jóvenes a plantearse una vida de generosa entrega al Señor en el matrimonio, en el celibato apostólico, en la vida religiosa y en el sacerdocio».
Rasgos biográficos
María Montserrat Grases García —Montse— nació en Barcelona, el 10 de julio de 1941. Fue la segunda de nueve hijos. Su temperamento era vivaz y espontáneo. En el hogar familiar asimiló algunos de los rasgos distintivos de su carácter: la alegría, la sencillez, la generosidad y la preocupación por los demás. Le gustaban los deportes, la música, las danzas populares de su tierra y participar en obras de teatro. Tenía muchos amigos.
Sus padres le enseñaron a tratar a Dios con confianza y, conforme crecía, la ayudaron a luchar por vivir las virtudes cristianas y a consolidar su vida espiritual. En 1954, comenzó a frecuentar un centro del Opus Dei. Los medios de formación cristiana que recibió allí contribuyeron en su maduración humana y espiritual.
A los dieciséis años, se dio cuenta de que Dios la llamaba a este camino de la Iglesia y —tras meditar, orar y pedir consejo— solicitó ser admitida en el Opus Dei. A partir de entonces, se empeñó con mayor decisión y constancia en buscar la santidad en su vida cotidiana. Se esforzó por tener un trato constante con Dios, descubrir la voluntad divina en el cumplimiento de sus deberes, cuidar, por amor, los pequeños detalles y hacer la vida amable a quienes la rodeaban. Logró transmitir a muchos de sus parientes y amigos la paz que da vivir cerca de Dios.
Poco antes de cumplir los diecisiete años, le diagnosticaron un cáncer (sarcoma de Ewing) en el fémur de la pierna izquierda. La enfermedad duró nueve meses y le ocasionó dolores muy intensos, que aceptó con serenidad y con fortaleza. También mientras estuvo enferma, manifestó una alegría contagiosa. Acercó a Dios a muchas amigas y compañeras de clase que iban a visitarla. Encontró a Jesús y a la Virgen en el dolor. Los que estuvieron cerca de ella fueron testigos de su progresiva unión con Dios. Una de sus amigas afirma que, cuando la veía rezar, palpaba su proximidad con Cristo.
Murió el 26 de marzo de 1959, Jueves Santo. Muchas personas manifestaron que su vida había sido heroica y ejemplar. Desde entonces, esta fama de santidad ha ido aumentando progresivamente.
El itinerario de la causa de canonización
El proceso informativo sobre Montse Grases se desarrolló en Barcelona. Lo inició el arzobispo Mons. Gregorio Modrego Casaus el 19 de diciembre de 1962, y se concluyó el 26 de marzo de 1968, bajo la autoridad del nuevo arzobispo, Mons. Marcelo González Martín.
En los años siguientes, el itinerario de la causa procedió más despacio, con motivo de las reformas de la normativa de las causas de canonización realizadas por el beato Pablo VI y por san Juan Pablo II. La fama de santidad de Montse continuó aumentando.
El 15 de mayo de 1992, la Congregación de las Causas de los Santos declaró la validez del proceso diocesano de Montse Grases. Ese mismo año, sin embargo, se decidió realizar una investigación suplementaria, entre otros motivos, para enriquecer el material recogido en los años sesenta. Este proceso adicional tuvo lugar en Barcelona, del 10 de junio al 28 de octubre de 1993. El 21 de enero de 1994, la Congregación de las Causas de los Santos decretó la validez del segundo proceso.
El 21 de noviembre de 1999, fue presentada la Positio sobre la vida y las virtudes de la sierva de Dios. El 30 de junio de 2015, el congreso peculiar de los consultores teólogos de la Congregación de las Causas de los Santos dio respuesta positiva a la pregunta sobre el ejercicio heroico de las virtudes por parte de Montse Grases y el 19 de abril de 2016, la congregación ordinaria de los cardenales y de los obispos se pronunció en el mismo sentido.
El martes 26 de abril de 2016, el Papa Francisco recibió del cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, una relación detallada de las fases de la causa, ratificó el voto de la Congregación de las Causas de los Santos y autorizó que se publique el decreto por el que se declara venerable a la sierva de Dios Montse Grases.
Es motivo de alegría que esta noticia se haya conocido hoy, 27 de abril, festividad litúrgica de la Virgen de Montserrat.
- Cronología de la causa de canonización de Montse.
- Entrevista al postulador de la causa de Montse Grases.
- Folletos y libros sobre Montse Grases.