Cambiar las prioridades para hacer un mundo más humano

​Las 56 Jornadas de Cuestiones Pastorales de Castelldaura celebradas los días 26 y 27 de enero en Barcelona han ofrecido un marco de reflexión sobre la reciente encíclica del Papa Francisco, “Fratelli Tutti”. Según los participantes, con esta encíclica el Papa manifiesta una clara voluntad de llegar a todo el mundo, tanto católicos como no católicos.

Fotos de F. Ysern

“En la Fratelli Tutti, la clave es la palabra tutti”. Es el mensaje que estuvo presente a lo largo de la primera Jornada de Cuestiones Pastorales y de manera especial en la intervención del decano de la Facultad de Teología de Cataluña, Joan Torra, que realizó una presentación general de la encíclica del Papa sobre fraternidad y amistad social.

Torra afirmó que “el Papa es la única voz que tiene un peso y autoridad moral para poder hablar a todos... qué bonito que el Papa sea la voz ética de nuestro mundo”. Y subrayó que “el mensaje de Jesús es para todos los hombres y mujeres. Un mensaje que llega al corazón de las personas”.

Sin embargo, continuó, “estamos en un mundo cerrado. Tal y como está funcionando no tiene futuro. Cerrado significa que no es para tutti”. “No arreglaremos este mundo, si no cambiamos el corazón de las personas; o somos capaces de dialogar y mantener amistad social, o no saldremos de ésta”.

Principios de reflexión, criterios de juicio y orientaciones para la acción

La segunda ponencia de la primera jornada estuvo a cargo de Joan Costa, delegado de pastoral social y caritativa de la diócesis de Barcelona, que relacionó los documentos de la Iglesia católica sobre doctrina social, especialmente Deus Caritas est y Fratelli Tutti.

Joan Torra, decano de la Facultad de Teología de Cataluña

Según Costa, “la doctrina social de la Iglesia tiene continuidad y novedad; hace que unos documentos encuentren apoyo en los previos y los lleven a la plenitud”. Fijándose en esta encíclica opinó que “en Francisco la continuidad es tomar de Benedicto XVI toda la cimentación: teológica, metafísica, cristológica, bíblica, y la lleva a un lenguaje más sociológico”. También resaltó el hecho de que Francisco, con su encíclica, “no habla sólo a los cristianos, se dirige a todo el mundo”, motivo por el que no ha sido recibida de manera “neutra”.

El Papa, en la encíclica ofrece, según comentó Costa, unos “principios de reflexión: dignidad humana, derechos humanos, bien común, solidaridad, subsidiariedad; criterios de juicio y unas orientaciones para la reflexión y la acción”.

Transformar nuestra manera de ver el mundo

D. Ignacio Font, vicario del Opus Dei en Cataluña, hizo una pequeña reflexión sobre el mensaje que subyace en la encíclica. “El objetivo del Francisco es transformar nuestra manera de ver el mundo y las personas empezando por nosotros mismos -afirmó-, siguiendo por los que tenemos a nuestro lado, después con los que están lejos, hasta llegar a las instituciones, organismos y países, por lo que aspiramos a cambiar las prioridades que nos guían y conseguimos hacer un mundo más humano”.

Mons. Ignacio Font, vicario del Opus Dei en Cataluña

“Me parece que, si hay una palabra que resume la Encíclica, es amor, con sus variantes: fraternidad, amistad social, caridad política...”. Font apuntaló su intervención con unas palabras de San Josemaría: “El amor verdadero exige salir de uno mismo, darse”.

Otra economía es necesaria, es posible

Es clave ver la sociedad como una comunidad de personas que está regida por un bien común que afecta a todos. Este fue el mensaje en la segunda Jornada de Cuestiones Pastorales de Castelldaura, junto a la voluntad de resaltar la centralidad y la dignidad de la persona en la sociedad.

Tras una primera jornada dedicada sobre todo a unas reflexiones generales sobre el mensaje de la encíclica sobre fraternidad y amistad social, el segundo día de las Jornadas comenzó con la ponencia del profesor Joan Fontrodona, director del departamento de Ética Empresarial del IESE Business School, que reflexiono sobre la posibilidad de que exista otro modelo económico. Lo planteó con la premisa de que “entre todos los documentos de la doctrina social de la Iglesia hay una continuidad desde Juan Pablo II, con la encíclica Centessimus Annus, a Benedicto XVI”, con Deus caritas est o Caritas in veritate.

Joan Fontrodona, director del departamento de Ética Empresarial del IESE

El profesor del IESE expuso tres argumentos. En primer lugar desgranó la confusión entre modelo y realidad, el descrédito que desde Kant se ha aplicado a la metafísica: la realidad no interesa y entonces se construye una realidad artifical. Pero, según el profesor Fontrodona, lo que hace falta es replantear el modelo económico, no la realidad. El segundo tema versó sobre una idea de Benedicto XVI: la ética dentro del proceso de la actividad económica y no al final. Y el tercero, la clave antropológica, la visión del hombre, pues hay que ver la persona más allá de un ser con intereses que busca maximizarlos, que es lo que ha imperado en la época moderna destruyendo las buenas prácticas.

Según Fontrodona, “otra economía es necesaria, es posible, pero es muy difícil”. Necesaria porque el modelo económico actual no responde a la realidad de lo que es la empresa. “El beneficio es una condición necesaria pero no una condición suficiente para la actividad económica. ¿Si no es el beneficio, que es? Las personas y su perfección a través del trabajo”, afirmó. “Necesitamos -añadió- un modelo económico que ponga a las personas en el centro y al final de la actividad empresarial”. Es posible porque ya existen iniciativas en esta línea, como las cooperativas. Extender esta nueva economía es complejo “porque a nivel teórico exige un cambio de mentalidad muy importante que no se ha dado”. Finalmente, el profesor Joan Fontrodona propuso algunas pautas de acción, como cambiar el plan de estudios de las escuelas de negocio y facultades de economía, para introducir la verdad de la empresa, y que la sociedad civil sea palanca del cambio.

Retos éticos y pastorales

La segunda intervención de la segunda jornada vino de la mano de Domènec Melé, titular de la Cátedra de Ética empresarial del IESE Business School en la que trató sobre los retos éticos y pastorales para hacer operativa la Fratelli Tutti, más allá de las convicciones religiosas de las personas.

Domènec Melé, titular de la Cátedra de Ética empresarial del IESE Business School

El profesor Melé explicó que la fundamentación ética del pensamiento del Papa en esta encíclica se basa en la fraternidad cristiana, mensaje básico del evangelio: tenemos un Padre común. “No hay cosas nuevas sino más bien propone una reflexión”, comenzó diciendo. “Tampoco la fraternidad y el amor social son temas nuevos, pues ya están presentes en anteriores enseñanzas pontificias y en la tradición católica, pero en la situación actual, estos valores parecen muy erosionados y de hecho el Papa dedica el capítulo primero a hacerlo patente”.

“En todo lo que dice el Papa hay un trasfondo ético”, dijo Melé. “La dignidad de la persona se remarca mucho en esta encíclica como en toda la doctrina de la Iglesia", afirmó. Entre los retos éticos de la encíclica señaló el de “evitar el relativismo y reduccionismo antropológico”, y “dialogar con el ánimo de alcanzar la verdad en el ámbito de la acción”. Melé apuntaló su intervención afirmando que “el Papa exhorta al diálogo, pero no para cuestionar el orden ético objetivo. Los consensos no deben llevar al relativismo, ya que él mismo -refiriéndose al Papa- dice que el relativismo no es la solución”.

*****

El Centro Sacerdotal Rosselló, entidad organizadora, ha querido ofrecer a través de las Jornadas un “espacio de formación e intercambio de experiencias y conocimiento sobre temas pastorales de candente actualidad".

Las restricciones de movilidad y aforo marcadas por la pandemia actual han hecho que las jornadas de este año se transmitieran desde la sala de actos del Oratorio de Santa María de Bonaigua (Barcelona) por streaming en lugar de tenerlas presencialmente en Castelldaura (Premià de Dalt), como era habitual.