El día 20 de enero de 2012, mi marido y yo estábamos invitados a la clausura de la fase diocesana del proceso de canonización de Encarnita. Era un día muy importante para los que habíamos vivido muy cerca de ella y sabíamos lo que suponía haber estado al lado de una persona con fama de santidad.
Ese mismo día nos avisaron que a Luis, el hermano mayor de mi marido, le habían ingresado en el Centro Médico de Oviedo por una pancreatitis aguda y estaba en la UVI con un diagnostico de máxima gravedad. Inmediatamente cambiamos nuestros planes y nos fuimos para Oviedo, pensando que podía darse la situación de un fatal desenlace. Al mismo tiempo, sentía el no poder estar en el acto de Encarnita pues realmente me hacía mucha ilusión.
La mujer de Luis y yo comenzamos a hacer una novena, pidiendo su curación por la intercesión de Encarnita. A la vez, se creó un clima de oración y petición de toda la familia. Y de la gravedad con la que empezó, 55 días sedado e inconsciente en la UVI, fue paulatinamente mejorando hasta hace tres días que ya se encuentra en planta recuperándose y fuera de peligro.
Y lo más importante de todo es que Luis está feliz y agradecido. Creo que esto va a ser un punto de inflexión en su vida y en las personas de su entorno. ¡Gracias Encarnita!, desde el Cielo nos ayudas aún más.
M.S.C.