Una semana para la canonización de Josemaría Escrivá

A poco más de una semana para la ceremonia de canonización del beato Josemaría Escrivá, prevista para el próximo 6 de octubre a las 10:00, se están ultimando los preparativos para hacer más acogedora la llegada de los peregrinos.

Peregrinos de 84 naciones estarán en la Plaza de San Pedro el 6 de octubre.

El Comité organizador tiene noticia de la participación de unos 230.000 fieles, provenientes de 84 naciones. Según el Comité, el 40% de los participantes serán jóvenes que se alojarán en campings, polideportivos, parroquias y otros locales análogos de Roma y de la periferia urbana.

Participantes de muchas naciones

El primero de octubre está prevista la llegada de los primeros grupos no italianos. Un grupo de 500 japoneses llegará ese día y permanecerá en Roma hasta el 8 de octubre.

De Rusia llega una expedición de 30 personas —católicos, ortodoxos y protestantes— que viajan en automóvil desde San Petersburgo, Moscú y Rostov. Se alojarán en casas de familias romanas gracias al programa "Bienvenido a mi casa", destinado a los asistentes de escasos recursos económicos. Otro grupo de familias de Catania (Sicilia) se ha organizado para acudir a Roma en roulotte.

Más de 10.000 personas procedentes de diversas localidades mediterráneas (Marsella, Barcelona, Palermo, Valencia, Córcega, Málaga) llegan a la Ciudad Eterna en ocho barcos, que atracarán en el puerto de Civitavecchia. Por primera vez, el puerto de Roma estará exclusivamente dedicado a la llegada de pasajeros. Vivirán en las naves y acudirán a San Pedro en tren. Con motivo de esta evento, las autoridades portuarias y el Ayuntamiento de Civitavecchia han preparado un programa de festejos para la noche del 6 de octubre que incluye, entre otras celebraciones, la dedicación de un muelle del puerto al nuevo santo.

Muelle del puerto de Civitavecchia que las autoridades portuarias y el Ayuntamiento dedicarán al nuevo santo la tarde del 6 de octubre.

Entre los participantes africanos destacan 180 personas de la República Democrática del Congo. Después de la canonización, el grupo congoleño rezará por la paz en su país en una misa de acción de gracias con asistentes de otros países en la basílica de Santa María del Trastévere (9 de octubre, a las 10).

Según el Comité organizador, unas 5.000 personas vienen de los Estados Unidos. Pone una nota simpática entre los norteamericanos la banda de rock "Kitchen Queen", de Michigan, que este verano ha organizado un concierto benéfico para contribuir a los gastos del viaje a Roma de personas de varios países de América Central.

Entre los participantes suecos, son 31 los componentes del coro de la catedral de Estocolmo, que participará, junto a otros 35 coros, en la ceremonia de canonización y en las misas de acción de gracias de los días sucesivos. El coro llegará a Roma dos días antes de la canonización para participar en una ceremonia ecuménica en San Pedro con motivo del séptimo centenario del nacimiento de santa Brígida.

Desde Madrid, diócesis en la que el beato Escrivá fundó el Opus Dei el 2 de octubre de 1928, varios miles de personas llegarán en autocares y en otros medios de transporte. Algunos de ellos forman parte del peregrinaje diocesano que preside el cardenal Antonio María Rouco. También son de Madrid un centenar de estudiantes que, para financiar su viaje, han vendido sillas plegables para las ceremonias del 6 y del 7 de octubre.

Centenares de voluntarios

Una parte importante de la acogida a los peregrinos corresponde a los voluntarios: 1.850 jóvenes, de los que 500 son romanos. Éstos se encargarán de aclimatar a sus colegas extranjeros. Entre los voluntarios hay también no católicos. "Yo soy voluntaria por gratitud al beato Escrivá —afirma Annalisa Panio, 29 años, casada—. La vida así para mí tiene más color. Dedicar un poco de tiempo a los demás te enriquece espiritualmente, aunque tu colaboración sea sólo una gota de agua en el océano de las necesidades de esas personas. Cuando tenga hijos me gustaría que también ellos hicieran voluntariado".

Los voluntarios llegarán a Roma a partir del 29 de septiembre y pernoctarán, distribuidos en diversos grupos, en los locales del Departamento de la Protección Civil en Castelnuovo di Porto, en la Residencia Universitaria Internazionale (RUI) y en el área prevista para peregrinos del santuario del Divino Amore. El programa de actividades para los voluntarios, que permanecerán en Roma hasta el 10 de octubre, incluye también momentos de oración.

950 familias romanas ofrecerán alojamiento a fieles que vendrán a Roma a la canonización.

Roma abre sus puertas

Hasta el momento son 950 las familias romanas que se han adherido al programa "Bienvenidos a mi casa"; son familias que ofrecen alojamiento a las personas o familias que les asigna el Comité. El programa está dirigido a peregrinos con escasas posibilidades económicas.

"Las familias romanas —explica Federica Paolini, que colabora con el programa— tienen una larga tradición de hospitalidad". Y añade: "Para muchos de nosotros el fundador del Opus Dei ha sido verdaderamente un padre. Gracias a él hemos descubierto que la Iglesia es una familia y la hospitalidad es, por tanto, un gesto espontáneo. Estoy segura de que será una experiencia fantástica para todos".

Grupos más numerosos van a ser acogidos por diferentes entidades que les han ofrecido sus locales: por ejemplo, más de 12.000 personas se alojarán en escuelas y parroquias de Roma y de la región del Lazio.

Mama Ngina Keniata asistirá a la presentación del proyecto 'Harambee 2002'.

Presentación del proyecto Harambee 2002

Por otra parte, en el contexto de la canonización se presentará el "Proyecto Harambee 2002", un fondo de solidaridad destinado a financiar proyectos educativos en África gracias a la contribución de los peregrinos del 6 de octubre. La presentación tendrá lugar el día 4 de octubre en el Auditorio de la Accademia Nazionale di Santa Cecilia (Via della Conciliazione 4, a las 21:00). Ha confirmado su presencia Mama Ngina Kenyatta, viuda de Jomo Kenyatta, primer presidente de Kenia después de la independencia del país.

Imaginación para conseguir los medios

Come se desprende de muchos mensajes dirigidos al Comité organizador, venir a Roma comporta un gran sacrificio económico para no pocos peregrinos.

Es el caso de unos 300 campesinos del Valle de Cañete, zona de Perú en la que está muy difundida la devoción al beato Josemaría. Aldegunda Esperanza Chumpitaz de Orellana cuenta que, para poder financiar su viaje a Italia, han desarrollado diversas actividades como por ejemplo la producción y venta de 7.000 "picarones" por persona (los "picarones" son dulces típicos a base de calabaza, levadura, y harina).

Noel Macaraeg es un joven filipino, enfermo de leucemia. Es el más joven de una familia de 10 hijos, devota del nuevo santo. Su hermano Raul solicitó una ayuda a la "Make a Wish Foundation", institución norteamericana dedicada a subvencionar los deseos de jóvenes con enfermedades terminales. El deseo de Noel era poder venir a la canonización con su familia. Después de encomendar al beato, el deseo se ha cumplido y la fundación ha patrocinado el viaje de Noel, con dos hermanas y su madre: "En casa estamos todos felices", explica.

Miguel Chigüichón es un jardinero de Guatemala. Desde hace siete meses ha dedicado todas las tardes del sábado, al finalizar su jornada de trabajo, a lavar automóviles a domicilio. Con el dinero conseguido ha podido pagar el billete a Roma.

Natividad y Javier Isorna son padres de una familia numerosa de Santiago de Compostela (España). Para financiar el viaje a Roma, han abierto una "hucha familiar" en la que depositan los ahorros de padres e hijos, incluidos ingresos por pequeños trabajos esporádicos realizados en los meses precedentes a la canonización. Chus (16 años) explica cómo nació este proyecto: "Papá se puso a hacer filloas (plato típico gallego), y mamá hizo pastas y dio clases particulares. Yo he podido atender a una persona anciana y los fines de semana, con mi hermana Paola, hacemos otros trabajillos. También hemos trabajado como baby-sitters en fiestas y recepciones. El resultado es que las tres mayores ya podemos pagarnos todo. Ahora tenemos que seguir trabajando para ayudar a los demás a conseguir el dinero".

Lucille Gaudette, una mujer de Quebec (Canadá) que esperaba participar en la canonización, no podrá hacerlo a causa de un cáncer contra el que en estos momentos está luchando. La señora Gaudette ha decidido que su participación consistirá en dar sus ahorros a jóvenes peregrinos de su ciudad.