Recuperó su lenguaje habitual, sin tartamudear

Los exámenes clínicos no revelaban nada, pero el niño seguía empeorando.

Photo: Noam Jordan, Unsplash (CC)

Todo comenzó el 26 de marzo de 2014. Aquel día, nuestro hijo de dos años tomó en casa un bastoncillo de algodón para los oídos, para jugar a limpiarse los oídos. Cuando su madre se dio cuenta, se preocupó e intentó quitarle el bastoncillo; él se asustó y se lo introdujo violentamente en el oído. Inmediatamente gritó y se puso a llorar. Su madre inspeccionó el oído y comprobó que no sangraba.

él se asustó y se lo introdujo violentamente en el oído

Una semana más tarde, el niño comenzó a tocarse con frecuencia el oído y a quejarse. Fuimos al CHU de Bouaké para una consulta médica. La consulta no reveló nada alarmante, pero el médico nos recomendó un tratamiento, que llevamos a cabo.

el tartamudeo del niño seguía aumentando

Unos días después de la cura, el niño, que hasta ese momento se expresaba correctamente, comenzó a tartamudear. Volvimos al hospital con él, pero los médicos nos dijeron que esa evolución no estaba relacionada con los oídos. Aquello no nos convenció. Así que fuimos a Abidjan, al hospital de la policía nacional, donde, después de algunos exámenes clínicos, el médico nos prescribió realizar otros exámenes en el CHU de Cocody. Estos últimos exámenes no revelaron nada y, sin embargo, el tartamudeo del niño seguía aumentando.

Frente al drama que estábamos viviendo, visto que los especialistas médicos eran incapaces de ayudarnos, expuse la situación a un sacerdote. Me sugirió rezar una novena a San Josemaría. Así, hicimos la novena en familia.

nuestro hijo recuperó su lenguaje habitual, sin tartamudeo

Aproximadamente un mes después de la novena, nuestro hijo recuperó su lenguaje habitual, sin tartamudeo. Estamos muy agradecidos a este santo, teniendo en cuenta que por su intercesión mi mujer y yo pudimos tener a este niño que, además, nació el 2 de octubre de 2012.

F.D.K., Bouaké (Costa de Marfil), febrero de 2017


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