Historia del Opus Dei en el Paraguay

La labor estable del Opus Dei en Paraguay comenzó el 21 de enero de 1962, por deseo expreso del Fundador y a instancias del entonces Nuncio Apostólico, Mons. Martini, que mantenía una honda amistad con don Álvaro del Portillo.

Basílica de Caacupé

Fue el propio Nuncio quien recogió en el aeropuerto a los recién llegados de Roma, en medio de una lluvia torrencial. A los pocos días, visitaron el Santuario Nacional de Caacupé, para dejar en manos de la Virgen patrona del Paraguay el trabajo apostólico que les aguardaba. Se alojaron durante unos meses en la Nunciatura, hasta que alquilaron la primera casa, sobre la calle Río de Janeiro. Comenzaron a trabajar sin demora, cada uno en lo suyo.

El Pbro. Ramón Taboada, que falleció santamente el 17 de octubre de 2007, tras entrevistarse con el rector de la recientemente fundada Universidad Católica de Asunción, Mons. Moleón Andreu, fue contratado como profesor de Teología y Derecho Canónico: desde la cátedra universitaria trabó amistad con muchas personas y desplegó un extenso apostolado. Supo prestar, además, grandes servicios a la Iglesia en Paraguay, aportando su talento de canonista y su buen hacer como pastor de almas y guía de sacerdotes.

Igualmente, el Prof. Pablo Pratmarsó comenzó a ejercer la docencia en el ámbito de su especialidad: las Ciencias Químicas. Más tarde, en 1982, recibiría el encargo de parte de varios padres de impulsar el Colegio Campoalto: a esa tarea dedicó abnegadamente los últimos años de su vida, hasta su fallecimiento el 5 de agosto de 2006.

A la primera carta que le enviaron, con noticias de Paraguay, San Josemaría respondió de puño y letra, en febrero de 1962: “Un afectuoso recuerdo, la seguridad de que os espera muy buena labor, un fuerte abrazo y la bendición de vuestro Padre, Mariano. Al Señor Nuncio, mi agradecimiento y mi cariño”.

El 15 de septiembre de 1962 se trasladó a vivir a Paraguay el P. Fernando Mañé, procedente de Barcelona. Como traía enseres domésticos, libros, piezas de decoración y objetos litúrgicos necesarios para la instalación de los primeros centros y oratorios, realizó el viaje en barco hasta el mismo puerto de Asunción: el tramo final superó los 1.500 km por los ríos Paraná y Paraguay.

El P. Ramón y Pablo Pratmarsó, con San Josemaría, en Roma. Diciembre de 1961.

A fines de 1962 se dejó la casa sobre Río de Janeiro para poner en marcha la residencia universitaria Ycuá, sobre calle España. Allí participaba de actividades académicas, siendo estudiante de Derecho, el actual Obispo de Ciudad del Este, Mons. Rogelio Livieres, que sería el primer Numerario de Paraguay. Pidió la admisión en 1963.

Esta sede se trasladó luego a la Avenida Mariscal López, donde comenzaron a impartirse cursos de ingreso a la Universidad. Su actual sede se ubica sobre calle Mariscal Estigarribia, 1787.

En 1964 se abrió un nuevo Centro, sobre calle Antequera, donde funcionaba la labor apostólica con diversos alumnos de la primaria y la secundaria. Las actividades, muy familiares y numerosas, dieron vida al Club Taguató, que en guaraní significa Halcón. Ese trabajo formativo con familias y chicos siguió funcionando, desde 1968, en un nuevo Centro –Villa Morra-, que contaba con amplio parque. Actualmente, es la sede la Delegación, Legión Civil Extranjera 284.

Mientras, los cursos de retiro y convivencias debían realizarse en casas particulares que algunas familias cedían, los fines de semana, en la ciudad de San Bernardino. San Josemaría no dejaba de animarles a que consigan, cuanto antes, una casa de retiros apropiada. El P. Fernando Mañé, mediante un conocido suyo, localizó un terreno amplio con una edificación, ubicado en Fernado de la Mora, municipio contiguo a Asunción, y en 1968, con la ayuda de varios Cooperadores, lograron comprarlo. En este predio funciona actualmente la casa de convivencias La Cumbrera.

P. Ramón Taboada, pocos meses antes de su fallecimiento.

Al mismo tiempo, la Sección Femenina del Opus Dei experimentó un rápido crecimiento. El P. Ramón, ayudado por los familiares de la primera Numeraria paraguaya -Ana María Brun Vierci-, alentaba a señoras conocidas a ir preparando la labor apostólica estable con mujeres. La primera reunión fue en la Quinta Masi, donde Brunhilde Guggiari Brun de Masi invitó a sus familiares y amigas.

El 19 de diciembre de 1963 llegaron las primeras mujeres del Opus Dei. El grupo estaba compuesto por Ofelia Vita Lara –argentina-, Elena Varillas Montenegro -peruana-, Rosa Clara Pinotti –argentina-, y María Angélica Cáceres Meza –chilena-. En febrero de 1964 llegó Ángela Galindo, peruana. Venían de Santiago de Chile, donde se habían reunido para hacer una Convivencia preparatoria.

La familia de Ana María Brun Vierci ofreció la primera casa sobre la calle Estados Unidos, entre Luis Alberto Herrera y Azara, donde se alojaron diez días, mientras se concretaba el alquiler de la casa prevista en la Avda. Mariscal López 742. Allí comenzó a funcionar “Ogarapé”, una Escuela Hogar que impartía clases de capacitación en atención y decoración del hogar. También comenzó la carrera de Secretariado, a nivel medio, de dos años de duración. El Instituto de Secretariado adquirió mucho prestigio y las egresadas fueron contratadas rápidamente.

Lapachos amarillos de Asunción

En 1966, Ogarapé se trasladó a una casa sobre la calle Mariscal Estigarribia, 1035. El crecimiento de la labor hizo necesario abrir otro Centro sobre la calle Azara para la actividad del club de niñas. En 1968 se pudo adquirir finalmente una casa en la Avda. Perú, 658, casi Juan de Salazar, donde se trasladó el Club de niñas y, en 1971, también la labor de Ogarapé.

San Josemaría, desde Roma, acompañaba a sus hijas e hijos y les escribía. Se conservan muchas cartas manuscritas: en una de ellas, dirigiéndose a sus hijas, les decía: “Estad siempre unidas a mis intenciones y a mi oración. De este modo, la unidad será siempre más fecunda: más grande nuestra alegría y más íntima nuestra unión con Dios”.

Cuando San Josemaría estuvo en Argentina del 7 al 28 de junio de 1974, fueron continuas las referencias que hizo a los países vecinos: Paraguay, Uruguay y Bolivia.

... Sabes también que tengo mucho cariño a tu tierra (...). Se me ha encendido el corazón al oír que tiene esos árboles floridos: rojos, amarillos, de diversos colores y tonalidades, maravillosos". San Josemaría, junio de 1974.

Muchos paraguayos viajaron en esos días a Argentina para conocerlo y estar en las tertulias que tendría. Por ejemplo, el 13 de junio, estando en una de esas tertulias, Rosa Clara Pinotti le dijo: “Yo soy del Paraguay, Padre” (…) Y el Padre le contestó: “Has venido a Argentina, y sabes también que tengo mucho cariño a tu tierra. Di a las de Paraguay que las queremos mucho, que hemos hablado de vuestro país esta mañana, con un paí (sacerdote) de allí, y se me ha encendido el corazón al oír que tiene esos árboles floridos: rojos, amarillos, de diversos colores y tonalidades, maravillosos”.

Aunque el 18 de junio de 1974 afirmó: “Me gustará mucho ir a Paraguay. La próxima vez que venga a Argentina, será porque habré ido antes a Paraguay y a Uruguay”, no fue posible que concretara ese deseo, hondamente sentido.

Cuando se anunció por los medios de comunicación el 26 de junio de 1975 su fallecimiento, numerosas personas y familias acudieron a las Misas que se celebraron en sufragio de su alma. En el momento del fallecimiento de San Josemaría había en Asunción más de un centenar de miembros de la Obra y varios centenares de Cooperadores y amigos.

En el año 1997, el Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, visitó Asunción y pudo constatar personalmente el gran desarrollo de la labor apostólica y encontrarse con miles de personas que participan de los diversos apostolados, a quienes animó a seguir expandiendo la semilla del espíritu del Opus Dei en estas tierras, al servicio de la Iglesia.

Lapachos rosados de Fernando de la Mora

Son muchas, efectivamente, las iniciativas sociales que se han ido consolidando con el aliento de las enseñanzas de San Josemaría: se podrían mencionar aquí, por ejemplo, el Dispensario Médico del Bajo, el Centro de Apoyo Escolar Laguna Grande y la Escuela de Gastronomía y Nutrición EFAES.

Luego de la canonización de San Josemaría, se editó la primera edición bilingüe castellano-guaraní de Camino, y una imagen del nuevo santo que fue bendecida por Juan Pablo II el mismo 6 de octubre de 2002 comenzó a recorrer, en peregrinación, las diferentes diócesis paraguayas. En cada uno de los lugares, los respectivos Obispos presidieron una solemne celebración litúrgica en acción de gracias con la presencia de numerosísimos fieles.

Desde el año 2011 también se ha comenzado la labor estable del Opus Dei en Ciudad del Este, a través de los Centros Culturales Los Parques y Arasé, mientras que en Encarnación se desarrollan desde hace años diversas actividades formativas.