El sentido de la libertad

El Papa Francisco explicó en la audiencia general que la libertad entendida como autonomía, autosuficiencia, es consecuencia del pecado. Esta libertad, señaló, impide dejarse amar porque el que se cree autosuficiente piensa que no necesita el amor ni de los demás ni de Dios. Por tanto, no se siente necesitado de misericordia, de perdón, y no puede experimentar el amor de Dios. Éste se siente rechazado pero no renegará nunca de sus hijos.

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy reflexionamos sobre la misteriosa relación que existe entre misericordia y corrección divina.

Dios se comporta con nosotros como un padre de familia, que ama a sus hijos, los socorre, los cuida y los perdona. Y que también los educa y corrige cuando se equivocan, para ayudarlos a ser responsables, a crecer en el bien y en la libertad. La relación “padre-hijo” es figura de la alianza entre Dios y su pueblo. Esta relación se fragmenta cuando el hombre rechaza la paternidad de Dios. A causa del pecado, pretende convertir la libertad en autonomía y, dejándose llevar por el orgullo, se contrapone a él y vive en una ilusión de autosuficiencia.

Dios se comporta con nosotros como un padre de familia, que ama a sus hijos, los socorre, los cuida y los perdona. Y que también los educa y corrige cuando se equivocan, para ayudarlos a ser responsables, a crecer en el bien y en la libertad

Cuando el pueblo se aleja de Dios, desconfía de él y no le obedece, experimenta entonces la aflicción de la prueba. Dios la permite con vistas a la salvación, para que el pueblo pecador, sintiendo el vacío y la amargura del estar lejos de él, pueda abrirse a la conversión y al perdón.

La salvación siempre es un don gratuito de Dios. Pero supone la decisión de escucharlo y dejarse corregir por Él

Dios habla amorosamente a la conciencia de sus hijos, para que se arrepientan y se dejen amar de nuevo por él. La salvación siempre es un don gratuito de Dios. Pero supone la decisión de escucharlo y dejarse corregir por Él.

La corrección forma parte del camino de la misericordia divina. Dios perdona a su pueblo, siempre deja una puerta abierta a la esperanza, Dios nunca cierra la puerta, y le indica que el camino de la salvación no es el de los sacrificios, sino la práctica del bien y la justicia.


Saludos

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Que el Señor Jesús nos alcance la gracia de acoger el perdón y la misericordia que el Padre ofrece gratuitamente a todos, para que aprendamos a vivir como hijos suyos. Muchas gracias.


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